Un centenar y jóvenes de entre 7 y 17 años del curso de Verano y Danza Verano y Danzade las Palmas de Gran Canaria han participado este miércoles en una muestra final de las distintas disciplinas de baile en el Teatro Pérez GaldósTeatro Pérez Galdó que han venido trabajando en los últimos nueve días. Los alumnos demostraron lo aprendido en este tiempo de curso intensivo en el coliseo grancanario, donde han asistido a clases de ballet clásico, hip hop, danza contemporánea o jazz. La clausura de dicho curso les dio la oportunidad de demostrar en público sus habilidades en las distintas disciplinas. "Empiezan a las nueve y desde las ocho quieren estar ya bailando. Es fantástico poder asistir", comentaba Herminia González, una de las madres de los alumnos, que al igual que otros familiares no quisieron faltar a este acto en el algunos/as de los pisaban por primera vez un escenario.

Natalia Medina, bailarina, coreógrafa y directora del proyecto, explicó que esta era la primera vez que la muestra se abría al público, para que los padres pudieran disfrutar viendo el trabajo de sus pequeños, así como para mostrar de cerca la pedagogía que han llevado a cabo a través de un circuito previo en el asistieron a todas las actividades impartidas en el curso. "Los chicos han hecho del teatro su casa a través de esta experiencia", declaraba satisfecha.

El espectáculo ha comenzado con una coral en la que han participado todos los bailarines, y en la que también han mostrado sus destrezas en percusión corporal. Durante las actuaciones, en la que los jóvenes mostraban su talento con la danza, ya fuese en grupo o con impresionantes actuaciones individuales y con estilos tan dispares como el ballet clásico o la danza contemporánea,otros se preparaban para su momento en los camerinos, en los que se vivía la espera con nervios, orgullo y mucho compañerismo. Andrea, una joven de 14 años, que participó con otras compañeras en una función de hip hop confesaba ilusionada "lo que más me ha gustado del campamento ha sido la actuación de hoy. Incluso con los nervios ha sido divertidísimo". "Me ha encantado conocer a otros niños y pasármelo genial bailando", contaba feliz Natalia, de 12 años.

Junto a todos ellos y poniendo orden en el teatro se encontraban los monitores y voluntarios que han orientado a niños y jóvenes en el proceso de aprendizaje. "Comencé el voluntariado no sólo porque fuese una buena oportunidad para seguir formándome como bailarina, sino también como pedagoga", expresó Daniela Arzarello, una de las voluntarias en el campamento. Todo el equipo se declaró muy feliz con el resultado de estos días de intenso y divertido trabajo.