Una tortuga boba y una tortuga verde salvadas en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Gran Canaria se reencontraron hoy sábado con el mar en la playa de Las Canteras a las 12.00 horas, una iniciativa que, enmarcada dentro del Festival Womad de Las Palmas 2017, fue aplaudida por cientos de bañistas.

Los dos ejemplares fueron encontrados por pescadores de la isla tras injerir anzuelos de altura, en uno de los casos, y de pesca costera en el otro, y fueron asistidas en el centro de referencia de la isla para recuperarlas de sus lesiones y devolverlas al mar en plenas condiciones físicas.

Tal y como explicó el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el mensaje del Womad incluye también "la lucha contra el cambio climático y la mejora y protección del medio ambiente".

"Se estima que en el año 2050 habrá en el mar más cantidad de plástico que de peces", lo que a juicio de Morales convierte en "urgente" la necesidad de "conciencia y vigilancia en el control del entorno", en el que cada uno de aportar su "granito de arena en la sensibilización para dar pasos en la protección animal".

Las tortugas, de dos especies diferentes, fueron derivadas al centro de recuperación por el mismo motivo, como detalló el biólogo y veterinario Pascual Calabuig, quien especificó que los ejemplares se recuperaron "tras unos meses de tratamientos" por la ingesta de anzuelos de pesca.

En el caso de la tortuga boba, de más de 40 kilos de peso, Calabuig desveló que fue necesaria "una intervención quirúrgica para extraerle el material de gran tamaño que tenía alojado en la garganta". A su juicio, "es importante hacer partícipe a la sociedad de este momento", en el que "dos animales que estuvieron a punto de morir vuelven al mar ante la mirada de todos", algo que siempre "genera satisfacción y una gran sonrisa".

Además, ha apuntado que "este año están entrando pocas tortugas" al centro que dirige, lo cual puede ser "una buena o una mala noticia, según se mire", con un total de medio centenar de ejemplares recuperados en la entidad.

Sin embargo, mostró su satisfacción "con la gran concienciación con la que cuentan estas especies", que generan "preocupación en la sociedad porque siempre alguien que las rescata las ayuda", un trabajo que se ha conseguido "con acciones como esta que hemos celebrado hoy".

Las principales amenazas a las que se enfrentan las tortugas en Gran Canaria provienen de su interacción con la basura marina, en la que los animales se enredan o ingieren por accidente en las bahías y puertos de la isla.

Las poblaciones de tortugas están localizadas especialmente en el sur de Gran Canaria, en zonas como Arguineguín, El Pajar, Mogán o Tufia (Telde), en donde pueden verse en libertad ejemplares de diferentes tamaños, que pueden llegar a los 92 centímetros de largo en su caparazón en el caso de la boba y de hasta más de un metro en la tortuga verde.