Durante tres meses las escritoras María Jesús Alvarado, Ángeles Jurado y Teresa Iturriaga han explicado el andamiaje de la expresión literaria a los matriculados en el Taller de escritura programado por el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, iniciativa que culminaba ayer con un acto de entrega de diplomas en las dependencias del citado centro comercial de Mesa y López.

Las sesiones de trabajo, que arrancaron en febrero, no sólo abarcaron modalidades genéricas tradicionales como el relato, el poema o la columna periodística, también se detuvieron en otras de más reciente fortuna, caso de los blogs o los microrrelatos. A diferencia de otras ediciones del taller, la presencia de tres profesoras, con bagajes y líneas de trabajo diferentes, ha enriquecido el aprendizaje de los que acudieron a sus clases.

Susi Alvarado destacaba ayer el satisfactorio feedback que ha obtenido de los participantes en el taller: "Lo que una recibe de los asistentes, porque hay gente que escribe de maravilla y disfruta haciéndolo". La escritora puso en valor lo que de colectivo tiene la iniciativa, una dimensión que se añade a la más solitaria que caracteriza el proceso escritural propiamente dicho. "La escritura es un trabajo para realizar en soledad", aseveró, "pero compartirla enriquece e impulsa". Así, Alvarado comparó escribir con nadar en alta mar, una experiencia que tiene no poco de azaroso, pero que puede deparar agradables sorpresas a quien se atreve a surcar su aleatoriedad.

Ángeles Jurado, que debutaba en este taller como profesora de escritura, reconoció que en un primer momento dudó en asumir el reto, pero los resultados valieron la pena. "Sigan leyendo, sigan escribiendo. A pesar de los nervios y el estrés, gracias por la acogida y el trabajo", animó a los asistentes a la entrega de diplomas.

Teresa Iturriaga recapituló la metodología que ha aplicado a sus clases para acercarse a la lírica desde un enfoque analítico que permite hallar los elementos significativos de cada composición. "He intentado explicarles el método desde mi profesión de traductora, para que así podamos autocorregirnos", aseguró.

Este trayecto que propone la docente pasa en cada poema por "seguir las huellas, los marcadores, como aromas, como flores de un bouquet". Iturriaga concluyó su alocución asegurando a los participantes que "a veces el poema ríe y otras llora. Yo he llorado y reído con ustedes".

Pablo Sabalza, director de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, recordó el origen de la celebración de San Jordi, día del libro: el fallecimiento tal día como ayer de 1616 de dos grandes escritores de la literatura universal, tratados de forma desigual por la fortuna. Si a William Shakespeare la gloria literaria llegó a visitarlo en vida, Miguel de Cervantes, habituado al desdén de todos los parnasos, no vio en la muerte sino el remate de una existencia porfiada en la desgracia y las penurias.

Tras la alocución de los profesores y de Pablo Sabalza se procedió al reparto de diplomas acreditativos del paso de los participantes por el taller de escritura, una de las diferentes actividades culturales programadas por Ámbito Cultural, que además tiene carácter gratuito.Iniciativa consolidada

Iniciativa consolidada

Ayer culminaba la 14ª edición del Taller de Escritura de Ámbito Cultural, una iniciativa ya plenamente consolidada, que echó a andar en su momento de la mano de la añorada Dolores Campos-Herrero. Desde que la autora de Daikiri dinamizara estas enseñanzas, han pasado por ellas más de mil personas, que velaron sus armas literarias bajo la supervisión de algunos de los escritores que impartieron clases en el taller. Para algunos, estas clases supusieron el necesario trampolín para el desarrollo de una actividad literaria sostenida que ha fructificado luego en publicaciones.

Entre la nómina de escritores docentes, tanto coordinadores como invitados, que han aportado sus conocimientos a estos talleres, cabe citar a Alexis Ravelo, Santiago Gil, José Luis Correa, Emilio González Déniz, Marisol Llano Azcárate o J.J. Armas Marcelo. Autores de sobra conocidos dentro del panorama isleño de las últimas décadas. Durante varios años, el coordinador de este taller fue precisamente el narrador Santiago Gil.