A las cuatro de la tarde de hoy está prevista la salida desde la bahía de Las Palmas de Gran Canaria de la XV Regata Internacional Canarias-Madeira. Esta competición conmemora de forma conjunta el centenario del Real Club Náutico de Las Palmas y los 500 años de la fundación de la ciudad de Funchal -capital de la isla portuguesa-.

Lo que comenzó con algunas visitas de los portugueses amantes de la navegación a las Islas, se ha convertido en un motivo de hermanamiento entre ambos archipiélagos. Desde su primera edición, en 1978, se ha transformado en el intercambio deportivo más importante entre las Canarias y Madeira, con la participación de más de 6.000 regatistas y 500 embarcaciones.

Un total de sesenta y siete barcos han confirmado su inscripción en la competición. Además, unos treinta y cinco buques participarán como acompañantes de la regata. La mayoría de los barcos son españoles, principalmente canarios, pero también hay una importante presencia de veleros de bandera portuguesa, además de unas cinco embarcaciones inglesas y otra de bandera suiza.

Aproximadamente 450 tripulantes recorrerán las 284 millas náuticas que separan las dos islas, con un paso obligado por las Islas Salvajes, donde habrá un control rutinario de las naves.

Esta competición tiene carácter bianual y alterna sus salidas desde Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote. En esta oportunidad, el director de la regata es Ricardo Sa. El comité de regata, en cambio, lo conforman el portugués Paulo Cámara Martins, miembro de la Federación Portuguesa de Vela y el tinerfeño Mariano Capdevilla, perteneciente a la Real Asociación Nacional de Cruceros.

A lo largo de la semana pasada y del fin de semana han ido llegando hasta las costas canarias los barcos de bandera portuguesa, para unirse junto al resto de participantes a la salida de esta tarde.

El Real Club Náutico ha actuado como anfitrión procurando que la flota de Madeira se sienta arropada en todo momento y colaborando en todo lo posible con los organizadores.

Explicaba ayer Mariano Capdevilla, del Comité de Regata, que ésta será la primera competición internacional en la que se empleará el sistema de compensación de tiempos -para evitar las diferencias entre los barcos de más eslora y los más pequeños en la competición- ideado en España.

Por este motivo, en la mañana de ayer, el Real Club Náutico ofrecía sus instalaciones para dar una conferencia sobre este nuevo sistema de valoración y así favorecer que se familiaricen con el mismo los participantes portugueses.

Las embarcaciones que participarán en esta competición presentan grandes diferencias de medida. Las más grandes cuentan con 60 pies, pero las de menor eslora están en torno a los 28, lo cual implica condiciones diferentes a la hora de cumplir la travesía. No obstante, dependiendo de su tamaño, las embarcaciones se han dividido en dos categorías: RN1 y RN2.

La duración de la regata dependerá de las condiciones meteorológicas que en estos momentos son inestables. También en este caso las diferencias de eslora juegan un papel importante acentuando las diferencias de tiempo entre unas embarcaciones y otras. El tiempo límite con el que cuentan para completar la travesía es de 95 horas. Con las condiciones que apuntan, parece difícil que se quiebre el récord que ostenta en esta competición el barco Canarias, del lanzaroteño Pedro Armas, quien lo certificó en poco menos de 37 horas en la undécima edición.

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