Una de las incógnitas deportivas de la presente temporada parece despejarse: ¿cómo afrontaría en su nueva etapa el juego de la UD Las Palmas la 'Trashorrasdependencia' de las dos últimas campañas? La propuesta del técnico Juan Manuel Rodríguez ofrece un cambio muy sensible en los conceptos de elaboración del fútbol amarillo. Mientras con el lucense la inspiración del conjunto quedaba en numerosas ocasiones a expensas del estado de ánimo del jugador estelar de la plantilla -hecho que podía arrastrar al resto de la formación-, ahora el argumento del partido se lo distribuyen varios actores de reparto, que se coordinan sobre el terreno de juego formando diversas figuras geométricas, con dinamismo y fluido trato del balón.

La referencia son los dos partidos de Liga disputados. En Anoeta, hasta cuatro futbolistas ejercieron como motor del juego canario que, una y otra vez, alcanzó el área de la Real Sociedad de manera ambiciosa. Jorge, Nauzet, Sergio y Pablo Sánchez enlazaban entre sí dando sentido al avance de piezas y las llegadas del equipo. Frente al Elche, aun con la ausencia del sancionado Sergio, los mismos futbolistas volvieron a crear un alto número de ocasiones de gol que felizmente fraguaron la victoria, incluso cuando estaban en inferioridad numérica por la expulsión de Darino. Postes, defensas y los porteros de la Real y Elche evitaron que la cosecha realizadora de la UD Las Palmas luciera en la segunda jornada registros llamativos.

Sólo el tiempo dirá si el nuevo diseño ofrecerá al equipo los dividendos anhelados. En estos dos encuentros se ha podido contemplar un juego amarillo dominante (salvo en las fases finales de ambos partidos y por distintos motivos), que ha brillado por encima de estos dos rivales, ambos considerados aspirantes al ascenso de categoría. Las Palmas ha encontrado pronto el camino del gol, aunque su puntería no refleja con justicia el trabajo colectivo realizado.

COBAS, COMPLEMENTO. La labor complementaria de Cobas es de valor extraordinario, acoplándose al grupo con sentido de sacrificio y sirviendo de hilo conector entre las líneas del once. Jorge, aún en sus niveles futbolísticos más primarios en relación a otras etapas de mayor lucidez, se ha entendido rápidamente con jugadores de toque y área como son Nauzet, Sergio Suárez y Pablo Sánchez, sin duda este último, la sensación del inicio del campeonato. El ex sevillista aporta un criterio de fútbol participativo, en la búsqueda de ese último balón previo al finiquito. Nauzet y Sergio, en estado de gracia, son imprevisibles e imaginativos.

Esa idea de los llamados 'jugones' se podría importar de la propia selección española, con el cambio radical que triunfó en la pasada Eurocopa. Las Palmas, salvando las diferencias, ofrece en la Liga hasta el momento un rostro distinto, una propuesta de fútbol que escasea en la Segunda. Como todo proyecto emergente, necesita paciencia y resultados. Y aún falta por ver integrados en el engranaje al brasileño Amaral, Gerardo o la versión actual de Francis y David González.

LÍO EN VIGO. Y, lo que son las cosas, el Celta -destino de Trashorras tras escuchar la mejor oferta económica- ha iniciado el campeonato con dos derrotas, titubeos y un debate abierto sobre la posición y el rol que ocupa actualmente el centrocampista lucense, autor de nueve asistencias la pasada temporada cuando era amarillo. Pepe Murcia le ha sustituido en los dos partidos perdidos frente a Girona y Castellón (también ocurrió en la Copa contra el Alicante), mientras el futbolista se justifica ante la prensa diciendo que "lo que quiero es jugar, me da igual que sea en el pivote, media punta o en la banda". Que Trashorras acabará dándole sentido a un Celta potenciado para luchar por el ascenso, es un hecho previsible. Pero aún no lo ha hecho y su equipo no tiene noticias del gol en la Liga.

Más importante que tener buenas piezas es saberlas encajar adecuadamente en el puzzle. El que está confeccionando Juan Manuel Rodríguez de momento gusta y mucho. Que siga así.