Los empresarios firmantes del crédito puente de julio de 2002, consultados ayer por esta redacción, han confirmado sus decisiones unilaterales de no seguir los pasos de Manuel García Navarro, quien el pasado 25 de agosto interpuso en el Juzgado de lo Mercantil un requerimiento para que la UD Las Palmas le abone 1,2 millones de euros suscritos por él en aquella operación crediticia. Algunos de los implicados han subrayado su deseo de mantenerse tras el telón de la polémica puesto que no desean ser objetivos de nuevos debates, pero ninguno se significó en favor de la decisión del ex presidente de la sociedad anónima deportiva.

Alfredo Morales, de la empresa Arresan, fue contundente al afirmar que "esas cantidades ya les he donado y no doy marcha atrás. No tenemos moralmente derecho a reclamar nada".

El ex presidente Germán Suárez, firmante con su empresa Viñedos Maspalomas, mencionó que "la palabra está por encima de los documentos escritos. Y la mía no tiene vuelta. En su día adoptamos la decisión de salvar a este club y tiramos hacia adelante con todas las consecuencias". Recordó que, como en el caso de Manuel García Navarro, su etapa en la UD Las Palmas le reportó notables pérdidas patrimoniales pero entiende que "fue una decisión personal y la afronto en su totalidad".

El constructor Félix Santiago Melián dijo: "Mi palabra es única. No voy a entrar a valorar lo que ha hecho García Navarro. Pero he de recordar que a mí no me gustó cómo se administró el club en su época. No voy a reclamar nada porque todo lo tengo aclarado con el consejo de administración actual, al que le deseo mucha suerte".

Incluso el también ex presidente Ángel Luis Tadeo, que no entró en la operación de 2002, matiza que "condoné varias cantidades y así seguirá".

Desde la UD Las Palmas el asunto se ha tomado con calma y, dado el movimiento realizado por el ex dirigente, la entidad asegura que no existe lugar para nuevas negociaciones.

CALMA TENSA EN EL PALCO. Según versiones que hemos recogido, conocido el hecho de la nueva acción judicial de García Navarro, el pasado sábado se vivieron momentos de cierta tensión en el palco de autoridades del estadio de Gran Canaria. Allí acudió García Navarro (la UD jugaba contra la Real Sociedad) y ya entonces se apreció un distanciamiento con los actuales miembros del consejo de administración. Sin embargo, ninguna de las partes sacó a relucir el asunto de la demanda hasta que vio la luz el jueves en las páginas de LA PROVINCIA / DLP.