El chipriota Marcos Baghdatis, finalista en 2006, logró una victoria inesperada ante el español David Ferrer, 17 favorito, al vencerle por 4-6, 3-6, 7-6 (4), 6-3 y 6-1 en la segunda ronda del Abierto de Australia.

Ferrer tenía el partido controlado, y sacaba con 4-3 a favor en el tercer set, pero ahí se le escapó el encuentro que se disputaba en la Hisense Arena, la segunda pista en importancia de Melbourne Park.

Baghdatis, que ganó la pasada semana el torneo de Sydney al derrotar al francés Richard Gasquet en la final, tomó fuerzas para ganar el desempate y luego los dos últimos sets aunque en el último acabó con calambres.

El jugador chipriota fue animado en todo momento por un bullicioso grupo de compatriotas que no cesaron de llevarle en volandas. Baghdatis les subía la adrenalina con gestos de patriotismo, besando la camiseta y el escudo de su país, y golpes en el pecho.

En el quinto set, con 5-1 a favor, Baghdatis sintió calambres y tuvo que hacer estiramientos en la pista, pero estas molestias no le impidieron hacerse con el partido.

"Tenía el partido bastante controlado con dos sets a cero y rotura, pero se me escapó ese set y Marcos no aflojó su ritmo", explicó Ferrer, cuarto finalista en 2008. "En el quinto set volví a tener buenas sensaciones, pero él hizo un gran tenis y sacó mejor que yo", añadió.

"No supe matarlo cuando lo tuve, y él jugó a un grandísimo nivel. Tuvo pequeños problemas de calambres, pero con 5-1 tenía ya mucho margen, sacó bien, jugó suelto y ya no pude hacer nada", dijo Ferrer que restó importancia al efecto del público y la presión que sometía. "Estamos por encima de eso. Yo estaba solo concentrado en el partido".