Llega la Unión Deportiva Las Palmas al final del camino, tras 41 jornadas de dura competición en la Liga Adelante, y al término del trayecto le espera malherido el eterno rival: el Club Deportivo Tenerife, que en un periodo de 12 meses ha pasado -en decadencia meteórica- de Primera división a Segunda B.

Garantizada la permanencia en Segunda división desde hace varias semanas, tras errar malamente durante unas cuantas semanas y comprometer su continuidad en la categoría, la UD Las Palmas se presenta al último partido de la temporada con el desafío de cerrar el curso con una sensación grata. No es una broma un derbi canario, ni siquiera cuando el CD Tenerife aparece desahuciado.

Más de 20.000 aficionados acudirán hoy al Estadio de Gran Canaria para cerrar el curso y para saldar cuentas pendientes. Pesa en el ánimo de la afición amarilla el pronóstico inicial de Miguel Concepción, presidente del CD Tenerife. "Me gustaría que en Gran Canaria nos hicieran el pasillo", apuntó el dirigente blanquiazul en julio, convencido por aquel entonces del rápido regreso de su equipo a Primera división.

Aquellas atrevidas palabras de Miguel Concepción han pesado, durante toda la campaña, sobre la trayectoria del CD Tenerife y han envalentonado, todo el año, los ánimos de la parroquia amarilla ante la posibilidad de devolver la afrenta verbal sobre el terreno de juego.

Incapaz, además, de ganar al CD Tenerife desde 2003, la cita apunta a oportunidad para la redención en las filas de la UD Las Palmas. No reservará nada Juan Manuel Rodríguez, que no concederá ni un instante de tregua a sus futbolistas. Tras superar, con una imperceptible derrota (2-0), la semana pasada la cita de trámite en el Nuevo Arcángel con el Córdoba CF, el entrenador grancanario podría recuperar para la causa en el once titular a Matías Lequi, Vicente Gómez, Sergio Suárez, Jonathan Viera o Javi Guerrero.

Junto a este grupo de futbolistas, reservados para la liquidación de la temporada, se mantendrán en los planes iniciales del técnico jugadores como Mariano Barbosa, Stéphane Pignol, David García o Ruymán, fundamentales todos para descifrar la llegada a meta de la UD Las Palmas sin más agobios.

Frente a una UD Las Palmas liberada de cualquier agobio clasificatorio, el CD Tenerife regresa al Estadio de Gran Canaria, donde jamás ha perdido, en pleno hundimiento: descendido a Segunda B, con una plantilla en descomposición señalada por su gente e hipotecado por una situación económica severa.

Espantada masiva

Sin más opción que brindar una sola alegría a su afición, el CD Tenerife se desplazará hoy mismo a Gran Canaria con una expedición de futbolistas compuesta, en su mayoría, por jugadores del filial.

Fuera ya del barco Natalio, Antonio Hidalgo, Julio Álvarez, Beranger, Marc Bertrán, Kome o Nino, David Amaral -fuera del próximo proyecto blanquiazul tras la elección de Carlos Terrazas como entrenador- ha recurrido a Jesús Álvaro, Juan Ramón, Germán, Moreno, Ayoze, Abel o Bruno para componer su convocatoria.

Tras meses de emoción y de disputa, tras semanas de esfuerzo y de trabajo, los dos equipos encaran una cita que engloba mucho más que un partido de fútbol. Es algo mucho más importante que eso. Llega el derbi canario, el derbi de la diversión en el bando de la UD Las Palmas y el derbi del sonrojo en las filas del CD Tenerife.