Los canteranos Ale Rivero y Álvaro Arencibia -el más joven de toda la expedición amarilla en el hotel Dunas Don Gregory de Las Burras- fueron víctimas, la noche del pasado jueves, de la novatada del comando maquinilla.

Los veteranos del plantel, con los ideólogos de la empresa Mariano Barbosa y Mauro Quiroga, determinaron hace unos día pelar al cero a un grupo de canteranos. Rivero y Arencibia -tras un sorteo entre la lista de novatos de la pretemporada- fueron los seleccionados.

El meta argentino ya superó la misma novatada en sus inicios como profesional en la liga de su país. Rivero y Arencibia, que aceptaron el rito sin ofrecer resistencia, lucieron desde la sesión de entrenamiento de ayer, que tuvo lugar en el campo de Las Burras, su nuevo look. "Ahora estoy más fresco", llegó a valorar a sus compañeros el central, que la pasada temporada brilló en el Juvenil de la UD, que dirige Mingo Oramas.

Chistes y discursos

La intervención del comando maquinilla no ha sido la única novatada en la concentración de la UD Las Palmas en el recinto hotelero del sur de la Isla.

Antes de cenar, Pedro Vega, jefe de ceremonias, ha dado paso de forma reiterada a los canteranos para que amenicen la velada con unos chistes o con un discurso sobre su aportación al equipo. "Todo es bajo un clima de afecto y aceptación; muchas veces te ayuda a integrarte", valoró el centrocampista Roque, otra de las sensaciones en el stage por su aplomo y resistencia física sobre el césped.

La integración en el ámbito profesional de nuevos valores como Arencibia, Rivero y Artiles -que llegan del Juvenil- forma parte del aprendizaje de unos mimbres que han causado una grata impresión. "Deben sentirse cómodos, como en casa", llegó a valorar el técnico Juan Manuel Rodríguez.

El comando maquinilla ya ha dejado su firma en el Dunas Don Gregory. "Así me ahorro el corte", bromeó Rivero. La expedición amarilla deja hoy el hotel del Sur y los novatos meditan hacer literatura del aprendizaje. "Escribiré un libro", asegura.