Divorcio en el mundo del tenis. Todas contra el presidente. La tenista grancanaria Carla Suárez, número 34 del ranking WTA y mejor española del circuito, y las principales figuras del panorama nacional femenino [lideradas por la capitana del equipo de Copa Federación y exnúmero uno del mundo Arancha Sánchez Vicario], han dicho basta y rechazan la gestión del presidente de la Real Federación Española José Luis Escañuela.

El incendio llega tras la falta de ayudas al tenis base y la desaparición de torneos en suelo español. Suárez recuerda que "firmamos una carta hace dos años y apenas se ha cumplido nada de lo pactado. El señor Escañuela no tiene interés por el tenis femenino y así es complicado crear un proyecto y sacar nuevos talentos. Si las chicas más jóvenes no cuentan con el apoyo de la federación, no llegan", detalló a la agencia Efe.

Además, reitera que el clima de decepción es tal que terminará con "romper relaciones a nivel personal y profesional". Suárez, finalista en el Torneo de Estoril y semifinalista en Barcelona, aclara que la revuelta no parte con la intención de influenciar en el proceso electoral -que tendrá lugar el próximo 19 de enero-. "Las elecciones están a la vuelta de la esquina y con esto no vamos a influir en ellas ni mucho menos, ni tampoco apoyar a ninguna candidatura, pero si pudiéramos hacer algo para que Escañuela no siga el año que viene, lo haríamos", sentenció la isleña.

La grancanaria insiste que no piden "cosas anormales" sino una hoja de ruta clara que salve al tenis femenino. "Un proyecto totalmente necesario para que las jugadoras de base no tengan que salir para poder competir".

La protesta la completan las tenistas Garbiñe Muruguruza, María José Martínez, Silvia Soler, Estrella Cabeza, Llagostera, Arantxa Parra, Lourdes Domínguez y Laura Pous.

La cancelación de las dos últimas ediciones del Máster Nacional Femenino -prueba reina del calendario en España-, la suspensión del WTA de Marbella de este año -torneo donde Carla Suárez ha sido finalista en dos ocasiones-, la compra por parte de una empresa austríaca de los derechos del WTA Barcelona Ladies Open y la desaparición de 16 torneos ITF sin que, según las jugadoras, la federación haya hecho nada por impedirlo, estiran un pulso sin solución. El culebrón Escañuela se estirará hasta enero, fecha en la que las urnas determinarán el futuro de la federación y del tenis nacional.

Precedente de la problemática

Las jugadoras recuerdan que hace dos años se marcaron las pautas para un futuro acuerdo y la creación de un Plan de Tenis Femenino Nacional. "Hace dos años, las reuniones que mantuvimos con el presidente para expresarle nuestra preocupación por las situación del tenis femenino, acabaron con un acuerdo firmado en el Consejo Superior de Deportes (CSD). Pero de aquello que firmamos no se ha cumplido nada", ha denunciado la mallorquina Nuria Llagostera.

En aquel acuerdo, la federación se comprometía a crear un Consejo Asesor del Tenis Femenino que debía impulsar un plan nacional, con un presupuesto anual que contaba con un mínimo de 200.000 euros. Según las jugadoras firmantes, dicho Consejo se reunió dos veces en su fase de creación en abril de 2011 y ya no lo hizo nunca más. Carla, la gran figura nacional, alza la voz para aportar luz a un enfrentamiento que deja al mandatario contra las cuerdas.

Carla Suárez, que ya se encuentra ultimando los detalles de su puesta a punto para la próxima temporada -que arranca en enero-, firmó un partido sobresaliente en la primera ronda de los Juegos Olímpicos de Londres ante la australiana Stosur -número 9 del mundo-. En la hierba de Wimbledon, la grancanaria se impuso por 3-6, 7-5 y 10-8 dando su mejor versión en un curso en el que llegó a la gran final de Estoril. Dos veces cuartofinalista en Roland Garros (2008) y en el Abierto de Australia (2009), Suárez tratará de lograr en 2013 su primer trofeo en el circuito WTA en su carrera. Brisbane será la primera estación. P. C.