¿UD Las Palmas o San Isidro?

Hombre, realmente mis equipos preferidos son los de Gáldar por el sitio donde vivo y por lo que representa para mí, pero en categoría nacional soy de la Unión Deportiva a muerte. Para no ver un partido de Las Palmas tengo que estar muy enfermo o en un viaje de esos ineludibles. Llevo muchísimos años siguiendo a la UD.

Usted fue portero de aquel histórico San Isidro.

Efectivamente. Fue mi único equipo en categoría regional y con ficha federativa. Estuvimos dos años en Primera Regional que fueron estupendos y maravillosos en los que compaginaba el fútbol con los estudios y logré aprobar las oposiciones jugando al mismo tiempo en el San Isidro. Me trae recuerdos imborrables y más tarde incluso fui presidente del equipo de juveniles porque nadie quiso hacerse cargo en aquel momento.

Dicen que era un portero de carácter y acabó en el San Isidro con una sanción de 18 partidos por una agresión a un árbitro. ¿Qué fue lo que pasó?

Es cierto, pero la verdad es que no era de mucho carácter; era más bien tranquilo. Lo que pasó fue que jugábamos en Gáldar la promoción por no descender y el árbitro pitó un gol medio metro antes de entrar por la línea. No era gol y lo pitó. Imagínate el follón que se formó. Después pasó lo que pasó. Es cierto, me echaron 18 partidos.

¿Usted se reconoce en eso de que los porteros tienen un carácter especial?.

Hombre, se entiende el fútbol distinto porque se ve de frente. Si eres un poquito listo ves venir la jugada y es por eso que los porteros se adelantan a los delanteros en décimas de segundo.

¿Qué queda hoy en día de aquel portero?

Pues el recuerdo y la nostalgia. Cuando miro para atrás y me acuerdo de aquellos años en los que jugaba... Y ahora, pues eso, te quedas nostálgico perdido.

¿Sus ídolos también eran porteros por eso de la posición?

No, la verdad es que no. A mí me gusta la gente que juega con cabeza al fútbol y que se comprometen con el equipo. No me gusta la gente cómoda porque cómodos en esto sólo puede ser Messi y algún otro, que cuando cogen la pelota resuelven y es incómodo para los rivales. Pero en el fútbol, los jugadores que aspiran a jugar en categorías profesionales tienen que tener un gran derroche físico acompañado después de la técnica.

¿Cuales fueron sus mejores recuerdos con la UD Las Palmas?

Pues como muchos, con aquella selección que fue campeona juvenil; los diablillos amarillos. A raíz de eso fue cuando yo empecé a ir a ver fútbol al Estadio Insular. Se jugaba los domingos por la mañana e íbamos al fútbol sí o sí. Yo no tenía coche, pero venía con amigos o en la guagua; como fuera pero siempre estábamos ahí para ver los partidos de Las Palmas. De aquella selección casi todos fueron buenos jugadores, casi todos de la UD Las Palmas. Era un equipazo y escribieron el nombre de Las Palmas, Gran Canaria y Canarias en muchos lugares de España.

Sus recuerdos del Insular también son como portero. ¿Cómo era jugar en el Estadio?

Sí, claro. Era un estadio en el que sin caminar sudabas. El clima era fuerte y recuerdo muchas anécdotas; de que me marcaran cinco goles por ejemplo. Allí jugaban muchos equipos de Las Palmas de Primera Regional y recuerdo un partido contra el San José en el que fui a despejar un balón en un saque de córner pero no pude saltar. Casi me meten gol y cuando me di cuenta, me habían pisado el pie. No fue gol de milagro.

Usted es desde hace muchos años un habitual de los partidos de la Unión Deportiva.

Voy a casi todos los partidos y no sólo los veo, sino que los vivo con mucha intensidad. Cuando pierde salgo con el alma arrastrándose por los pies y cuando gana... pues todo lo contrario.

Aunque en la zona noble tendrá que controlarse...

No te creas. Generalmente es así, pero yo soy muy efusivo e impulsivo como espectador y a veces... Cuando marcamos un gol, allí no hay zona noble, sólo alegría. Después cuando el gol es decisivo te puedes imaginar los saltos.

¿Cuál ha sido el gol que más ha celebrado en el estadio?

Pues mira, son tantos, pero el que más recuerdo fue un gol que no vi. Fue aquel 4 a 3 de la histórica remontada contra el Real Madrid en el Insular. Perdíamos faltando diez minutos y un compañero tenía urgencia en salir del estadio. Yo le había traído en coche y tuve que irme con él. Después, al salir, marcó Las Palmas y se escuchaban los goles. Me dio mucha rabia. Por una vez que lográbamos ganarle al Madrid y encima con remontada, voy yo y me lo pierdo.

¿Comparte la ilusión actual que ha despertado las opciones de ascenso del equipo amarillo?

La quiero compartir. El equipo juega unos partidos aceptables, pero cuando menos te lo esperas da un bajón impresionante. Yo creo que si juegan con un poquito de cabeza, Las Palmas debe estar en la promoción y allí creo que puede tener ventaja sobre el resto. Pero bueno, primero hay que estar y para eso deben sacar como mínimo seis puntos en estos tres partidos que restan.

¿Cree que esta ilusión es real o son las ganas por celebrar de una afición que ha sufrido esa reconocida travesía por el desierto?

Es verdad que llevamos muchos años y con aquel aciago descenso a Segunda B, pero yo sí veo que de los diez o doce mil espectadores habituales en el Estadio existe la misma idea. Todos creemos que hay equipo para hacer algo importante en la Promoción, pero tenemos que llegar y le tengo respeto a estos tres partidos que son decisivos. El Mirandés y el Murcia se juegan mucho. Están mirando al descenso y eso empuja mucho y da fuerzas.

¿Como analiza el bajón en el juego de los últimos partidos?

Yo creo que están sufriendo un bajón en sus figuras importantes. Hay algunos que llevan un par de partidos que parece que no están en el campo, otros que quieren sobresalir y destacar y hacen cosas que en situaciones normales no harían. Entonces, yo creo que ahora es cuando más templanza hay que tener, tanto los jugadores como el entrenador para lograr el máximo rendimiento. A mi entender en el centro del campo tenemos algunos altibajos y cuando Nauzet falla, pues... Yo creo que en ese momento habría que buscarle una posición más avanzada, porque el sábado nos faltó abrir el juego por las dos bandas.

¿Confía en la mano de Lobera?

Confío en que cumpla, por supuesto. Más que él y la directiva nadie va a tener más interés en que el equipo suba, pero sí creo que en algunos momentos sus cambios no coinciden con mis planteamientos. El otro día tenía que haber puesto a Nauzet en la banda antes y no en el último minuto porque cuando un equipo se cierra tanto, lo más normal es jugar por las bandas y buscar algún remate. Se crearon muy poquitas oportunidades.

¿Usted es de los que cree que el estilo da el triunfo o al revés?

Yo creo que ahora lo importante es la victoria, después ya tendremos tiempo de jugar bien. Ahora debemos pensar en no perder esa oportunidad por la que llevamos tanto tiempo luchando. Yo ahora prefiero jugar mal y ganar.

Ejerza de futurólogo.

A mí me gustaría jugar la promoción contra el Villarreal porque es el único de los de arriba contra el que no hemos perdido y creo que su juego nos beneficia. De todas maneras todo cambia cuando el partido es a vida a muerte. Creo que Las Palmas tiene muy buenos jugadores para eso y puede dar un susto a cualquiera. Mi grado de confianza sobre el ascenso, si jugamos la Promoción es del 60 por ciento.

¿Cómo celebraría usted ese gol del ascenso?

Hombre pues saltando y brincando como un condenado.

¿Recuerda el de Nauzet que abrió las puertas al último ascenso?

Por supuesto. Fue un golazo de falta por la misma escuadra y sin parar. Es uno de esos remates que como portero se ven absolutamente imparable. Aquella Real B tenía un gran equipo con jugadores que ahora están en primera y aquel gol, faltando tan poquito, fue impresionante. A ver si lo repetimos ahora.