Con la victoria ante el Girona, ¿ha vuelto la alegría al vestuario de la UD Las Palmas?

Sí, esto es cuestión de resultados. El equipo sabía que estaba haciendo las cosas bien, que estaba compitiendo en los partidos y teniendo ocasiones. Estábamos preocupados porque llevábamos cuatro jornadas sin ganar y, lo más preocupante, sin marcar un gol. Pero estábamos todos tranquilos, intentando meternos en una burbuja y estar unidos, dejando a un lado el ruido del exterior para que la cosa cambiara. Ojalá éste sea un punto de inflexión para que el equipo empiece a ganar partidos, que es lo que hace falta.

¿Esas burbujas funcionan?

Sí, se trata de evitar todo. Cuando las cosas van mal hay mucho oportunista al que le gusta hablar, hay mucha gente a la que incluso le gusta que las cosas vayan mal para salir. Nosotros lo que intentamos es ni escuchar ni ver nada, sino seguir trabajando. Todos estamos aquí por un objetivo. Está claro que hay días que las cosas no salen bien, pero siempre intentamos dar todo lo que tenemos. Me quedo con que después de terminar cada partido creo que hay pocos equipos que hayan corrido más que nosotros. El esfuerzo está ahí, las ganas de ganar los partidos siguen estando ahí. Esperamos que con este partido ahora en casa frente al Lugo se pueda ganar y cambiar la dinámica, que no era nada buena.

Si hubiera podido elegir, ¿habría preferido ganar al Girona por goleada o como se consiguió, sufriendo y en el último minuto?

Ganar así refuerza la moral. El equipo estuvo bien en el partido. Antes del gol de ellos tuvimos ocasiones. Luego es verdad que perdimos un poco el control del centro del campo, ellos empezaron a atacar con más gente y crearon más peligro. Me quedo con que, con la situación que había, la presión y los resultados que llevábamos, el equipo se animó, fue a por el partido y remontó. Volver a ganar así te libera.

¿Es diferente esta victoria a las logradas ante Recreativo de Huelva y Deportivo?

Sí. Llevábamos una racha muy mala. Antes metíamos goles y estábamos cerca de ganar partidos. En esta racha no metíamos y había muchas cosas externas. Lo que queremos es que haya tranquilidad, que se deje trabajar a los jugadores. La gente tiene que saber que si se va a conseguir el objetivo del ascenso va a ser a final de temporada y no en febrero. Somos conscientes de que tenemos que empezar a ganar. Nos da rabia, se nos han escapado muchas oportunidades para engancharnos ahí arriba. Pero es lo que nos ha tocado y vamos a seguir peleando para que llegue una racha positiva.

¿Qué se le vino a la mente en ese tramo de tiempo entre el gol del Girona y el empate de la UD?

Cuando estás en el campo notas las sensaciones del equipo. El día de Jaén íbamos perdiendo 2-0 y teníamos la sensación de que íbamos a remontar, porque se estaban haciendo bien las cosas. Nos decíamos que podíamos ganar el partido, lo demostramos durante muchos minutos. Contra el Girona pasó lo mismo, se pudo ganar y tenemos una semana más tranquila en la que podemos preparar el partido de otra manera y pensando en seguir haciendo las cosas bien y en corregir los errores que tuvimos.

¿Cómo valora la imagen de unión que dio el equipo al final del partido?

Es la imagen de un vestuario que sufre cuando las cosas no le salen bien, que estamos aquí para que sea un año bonito, todos podamos disfrutar y celebrar algo a final de temporada. Llevábamos demasiado tiempo sin que llegaran los resultados para tener esa tranquilidad. Fue la imagen del alivio de ganar, porque si no los de arriba se hubieran ido a muchos puntos y moralmente nos habríamos quedado muy tocados.

¿Qué factores del juego quedan por mejorar para los próximos partidos?

En casa, menos casualmente en el último encuentro, hemos estado bien. Contra Numancia y Alavés no pudimos marcar, pero esos partidos estuvieron marcados por el nerviosismo que había. Si nos soltamos, nos dejamos ir, los jugadores se atreven a hacer cosas y cogen confianza con el apoyo de la gente, el equipo va a seguir creciendo. Cuando hay mucha presión hay jugadores que rinden al cincuenta por ciento por ese nerviosismo. Ojalá eso se haya olvidado y se empiecen a ver resultados.

Se le había señalado por algún gol encajado en los últimos meses. ¿Entiende las críticas?

El fútbol es así, yo no puedo enseñarle a todo el mundo todo lo que hacemos durante un partido. Yo creo más en los fallos colectivos. Siempre he dicho que yo hago bueno al que está a mi lado, y el que está detrás me hace bueno a mí. Cuando analizamos algunos goles en los vídeos, aparte de fallos míos se pueden ver tres o cuatro fallos más en la misma jugada. No me molesta lo que puedan decir los periodistas, eso puede pasar. Me molesta que gente que haya sido futbolista, que analiza los partidos en algún medio, puedan soltar críticas a la ligera. El que se sienta aludido, pues se siente aludido. Pero esto es así. Cuando le das un pase de gol al delantero y él no lo marca no contabiliza como asistencia. Igual que en la parte de atrás, si a mí me cogen la espalda y el central me hace la cobertura o el portero la para no parece que haya habido un fallo. El fútbol es así, pero hay gente a la que siempre le gusta buscar fallos individuales. Un ejemplo que le daba a un amigo después del partido contra el Jaén es que en ese encuentro cojo la espalda al lateral unas cinco veces, pero nadie habla de eso porque los centrales despejan o no hubo gol. Pero a todo el mundo le gusta hablar. Por eso yo siempre me mantengo al margen, porque tengo un punto de vista diferente al resto.

¿Cree que éste va a ser el punto de inflexión definitivo, como lo fue la victoria contra el Lleida en el año del ascenso a Primera con Kresic, cuando usted estaba en el filial?

Ojalá pase algo igual. Tenemos muy buen equipo, muy buenos jugadores que están comprometidos, como entonces. Se notó después del partido contra el Girona, donde el grupo celebró la victoria como si fuera una eliminatoria. No conozco ningún jugador al que le guste que el equipo no vaya bien, es que para nosotros es mejor que las cosas vayan bien. Kresic dio tranquilidad y fortaleza mental en ese momento, porque el equipo en la segunda vuelta ganó muchos puntos. Cuando veías los partidos sabías que tarde o temprano iba a marcar y a ganar. Eso es lo que intentamos conseguir nosotros, no solo que tengamos las ocasiones, sino luego estar muy seguros atrás.

¿Hay tiempo para llegar al ascenso directo?

Creo que sí. Hay varios rivales que han cogido ahora una diferencia. Llevamos casi dos meses siendo irregulares y todavía están ahí, al alcance de tres partidos. Vamos a pelear, pero tenemos que ir partido a partido, es el tópico que dice Simeone, pero es verdad. Si te marcas un objetivo a largo plazo te da ansiedad y parece que no llegas. Hay que ir pasito a pasito y pensar que los puntos de ese fin de semana son los más importantes. A ver si somos capaces de ganar este domingo y afrontar de diferente manera la próxima semana.