Vimos peleas, vimos aficionados que saltaron al campo cuando no debían, vimos a otros aficionados increpar a los jugadores del Córdoba CF y a algunos robar botellas de agua del banquillo, pero no todo es negro en el historial de la UD Las Palmas en el partido por el ascenso. Mientras el grupo de aficionados que saltó al campo seguía haciendo de las suyas y tenía que salir del campo casi empujado por los efectivos de seguridad, otros, esa otra afición que lloraba desconsolada por la derrota en el último minuto, saludaban y felicitaban a los jugadores del Córdoba CF por su ascenso a Primera División.

Y así fue también después, aunque las cámaras de televisión no captaron esos momentos, la afición grancanaria, que aguantaba la decepción entre lágrimas y sollozos desesperados en las gradas, esperando su turno para salir del estadio, esa afición que aún no podía comprender lo sucedido en el Gran Canaria, se levantó y aplaudió a los aficionados del Córdoba cuando estos últimos comenzaron a dejar el estadio. Y los que estuvieron allí lo saben, tanto los aficionados de la UD que aplaudieron, como los del Córdoba CF que, según algunos testigos, respondieron cantando a la afición amarilla. Porque hay partidos que se pierden en la grada, pero tan sólo en una parte de la grada.