¿Qué supone para usted la figura de Germán Dévora y qué recuerdos tiene de él?
Fue la mejor época de la UD Las Palmas con un grupo de jugadores canarios que llevó a la UD a los mejores logros de su historia. Y él fue uno de los jugadores más carismáticos y con más calidad. Desde el mediocampo marcaba el estilo de ese equipo.
¿Cómo intentaba frenarle el Real Madrid cuando se enfrentaba a la UD Las Palmas?
Era de los jugadores a los que normalmente los equipos contrarios ponían algún jugador específico para controlarle y tratar de frenarle. Era muy habilidoso porque sabía moverse bien. En algún momento parecía que desaparecía del juego pero siempre estaba en el sitio adecuado. Era un jugador muy hábil, tenía una gran talento y una buena visión de juego, era un jugador muy completo.
¿Con qué jugador de la actualidad se atreve a compararle?
No lo sé. Era del estilo de Valerón o de Silva pero con más gol, recuerdo que jugaba con mucha libertad.
¿Entendió que nunca saliera de la UD Las Palmas?
Es que aquellos jugadores la mayoría nacieron y terminaron en la UD. León, Castellano, Guedes o Tonono estaban muy identificado con el club y allí hicieron una carrera extraordinaria. Mi primer recuerdo fue con Luis Molowny de entrenador, época en la que estuvieron a punto de ser campeones de Liga, lucharon hasta el final en la 68/69. Yo era un recién llegado al Real Madrid. Era una UD que imponía, que jugaba muy buen fútbol y que estuvo arriba del todo en la clasificación.
Y después llegó la época de los argentinos ¿La primera vez que vio en España el estilo que ahora impera en el fútbol nacional fue en la UD de esos años?
Sí, estaban basados en la técnica, por eso se les asocia a la selección española de los últimos años. Pero el jugador canario no solo era técnica, era también lucha y honestidad. También en esa época estaba Gilberto, que era un gran jugador. Fue un equipo hecho prácticamente con los mismos jugadores y desde luego marcaron una época, tanto la UD de los canarios como la de los argentinos.
¿Y qué distinguía a la UD de los argentinos?
Era la continuación del estilo de los años anteriores. Solo se diferenciaba en la nacionalidad de sus estrellas aunque los argentinos transmitían también mucho carácter y garra al equipo. Carnevali era un portero espectacular y Morete marcaba un gol cuando menos lo esperabas. Y en el caso de Brindisi, tenía un talento tremendo. Y Quique Wolff sacaba muy bien el balón desde atrás. Era muy difícil jugar contra ellos.
¿La UD de aquella década merece tener en sus vitrinas una Liga o una Copa para que sea aún más reconocido?
Claro que sí. La historia premia a los que ganan, pero incluso sin haber ganado ningún título también es muy recordado. No es fácil pasar a la historia sin haber sido campeones de Liga pero marcaron una época, sin ninguna duda, y un estilo de juego.
Usted sufrió en Las Palmas un 4-0 en la eliminatoria de cuartos de Copa en 1975 en la que en la vuelta remontaron 5-0 en el Bernabéu. ¿Cómo era para un equipo grande jugar en el Insular?
Fue una época en la que el Real Madrid se caracterizó por remontadas muy famosas y una de las más grandes fue esa. El Insular era muy difícil, te medías a jugadores muy luchadores y de mucha calidad. También, si no recuerdo mal, el año antes nos enfrentamos en una semifinal de Copa en la que ganamos por 5-0 en el Bernabéu y luego 1-2 en Las Palmas.
Coincidió con Quique Wolff en el Real Madrid. ¿Qué le dirá a cuando le vea el lunes?
Tenemos muy buena relación, hemos mantenido algún contacto porque se dedica a los medios de comunicación. Es de los jugadores argentinos que más apreciamos de los que han pasado por el Madrid, como a Más o a Roberto Martínez. Son todos gente muy maja que se acoplaron muy rápido al Real Madrid y nosotros a ellos.
¿Está la UD Las Palmas de los últimos años volviendo a la senda que nunca debió abandonar debido a lo mucho que está confiando en la cantera?
En esta época de crisis es cuando más tienes que mirar a lo que hay abajo. Podrán fallar en alguno, seguro, pero más fallarán si fichan a jugadores de fuera. La cantera es la mejor política de todas.
