El Betis hizo sonar el despertador y la UD Las Palmas tiene dos opciones: levantarse del tirón ante el Numancia (19.00 horas) o seguir durmiendo. Ha abierto los ojos y sabe que le queda tiempo de sobra para que el tren no se le escape, pero conviene salir de la cama cuanto antes. Dos meses lleva el equipo amarillo algo perezoso. Su juego se ha apagado y no encuentra el interruptor que vuelva a iluminar su, hasta enero, brillante camino. Esta tarde en Los Pajaritos, campo maldito, no tiene más remedio que sacar una victoria si no quiere que el mal sueño se convierta en pesadilla. Puede que pese a una derrota en Soria el conjunto de Paco Herrera reaccione y ascienda -quedarán todavía doce partidos por delante-, pero la dinámica ya es demasiado preocupante. La reacción debe comenzar ahora.
Ha perdido autoridad la UD Las Palmas en la categoría, y nada mejor que empezar a recuperarla con una victoria convincente tras sufrir un puñetazo en toda la boca. Recientemente ya se fueron a la lona el Sporting y el Valladolid, y los dos se levantaron a lo grande. Los rojiblancos, tras caer en el José Zorrilla (3-0) dieron la cara ante la UD (1-1) y ganaron en Leganés (0-1) para rozar el liderato. Y el Real Valladolid, que fue goleado por el Betis (4-0), apabulló luego al propio Numancia con el mismo resultado. Son síntomas de equipos serios, candidatos a todo y con una mandíbula de hierro. La UD Las Palmas también lo es, pero tiene que demostrarlo.
El conjunto insular, después de arrojar la toalla tras el primer gol del Betis, ha tenido tiempo para reflexionar. La goleada encajada ante los hombres de Pepe Mel no supone más que la última estocada de una racha larga. No fue cuestión de un mal día. Y todos hacen énfasis en, evidentemente, la falta de gol como causa principal. Siete dianas en nueve jornadas es una estadística inadmisible para un aspirante al ascenso. Sergio Araujo no ha marcado desde su doblete al Zaragoza y necesita remedio, ya sea en forma de nuevo acompañante o en forma de banquillo. Y, si es titular, circunstancia que volvió a no garantizar Paco Herrera, como ante el Betis, tendrá un socio diferente.
Nuevo ayudante para Araujo
Nauzet Alemán se ha caído de la convocatoria ya que guardará reposo después de varias semanas jugando con molestias musculares, algo que se ha notado especialmente desde Alcorcón. Y el equipo le ha echado mucho de menos. Tampoco estará por sanción Aythami Artiles, al que sustituirá Marcelo Silva. Deben esperar una semana más Jonathan Viera y Dani Castellano mientras que Culio sigue lesionado de la rodilla. Tampoco viajan por decisión técnica Tana y Héctor Figueroa, por lo que la novedad en la lista, aparte del central uruguayo, es Asdrúbal.
Así, sin el de Las Mesas en el once por primera vez desde que volvió de la sanción que se le impuso tras ser expulsado ante el Zaragoza, Alfredo Ortuño cuenta con vía libre para ser titular. El murciano tiene casi todas las papeletas, y Guzmán las que quedan, para salir de inicio. De esta forma, aunque Herrera deja claro que no habrá cambio de sistema, el perfil de al menos uno de los delanteros será totalmente diferente a Nauzet Alemán. El ex del Valladolid viene jugando desde hace varios meses entre el puesto de delantero y el de extremo, pero sus características no son ni remotamente parecidas a las de Ortuño.
La presencia del murciano dará a la UD nuevos matices en su forma de atacar. Facilitará que Sergio Araujo no esté tan solo en ataque y fijará a los centrales para que el argentino se mueva con más soltura por el campo. Y, de paso, permitirá a Paco Herrera no tocar la línea de tres centrocampistas que dan equilibrio al equipo y salida al balón. Se atisba una UD con un dibujo parecido pero con más argumentos en las inmediaciones del área contraria. Otro cambio en el once podría ser la entrada de Roque Mesa, que lleva varias jornadas sin aparecer, en detrimento de Vicente Gómez y ocupando el rol de interior zurdo, el que habitualmente ocupa Culio.
Pero no es solo una cuestión de falta de gol, pues la UD lleva un tiempo sin generar tantas ocasiones como en la primera vuelta. Ocurrió contra el Tenerife, en El Molinón o frente al Betis, cuando disparó dos veces a los postes pero no tuvo continuidad en sus llegadas al área. Le costó contar con continuidad en la elaboración del juego y no solo faltó definición en el área.
Sin el peso de líder
Hay otra circunstancia que hará cambiar la mentalidad de la UD. Los insulares ya no tienen sobre sus hombros el peso del liderato y, con ello, la sensación de que un empate a domicilio no es malo para mantenerse en ascenso directo. Situado ahora en la cuarta plaza, el cuadro amarillo está obligado a afrontar los partidos con más ambición. Ahora, y más con Sporting, Betis y Girona jugando en casa este fin de semana, un punto no es suficiente. A Los Pajaritos hay que salir a ganar y demostrarlo sobre el césped, no con el discurso.
No hay excusas para volver a ver, por tanto, a aquel equipo insaciable de la primera vuelta, el que presionaba en campo contrario incluso con el marcador a favor, el que imponía respeto sobre el césped y no por la clasificación. Los Pajaritos debe convertirse en un punto de inflexión para la UD.
