El reencuentro de José Mari Ponce con su ex copiloto José Carlos Déniz, que volvían a juntarse a bordo del BMW M-3, una unidad similar a la con que ambos se proclamaron campeones de España de Rallys de 1991, no podía tener mejor despedida para la exitosa montura, que se irá a tierras peninsulares. La victoria lograda por Ponce-Déniz en el III Gran Canaria Historic Rally pone el colofón a una época gloriosa que ha sido añorada por los aficionados en la que está pareja deportiva grancanaria vivieron sus días más felices en el automovilismo deportivo.
A Ponce-Déniz le secundaron en el podio Tato y Pepe Suárez (Ford Escort MKII), que finalizaban segundos a 1:42.1, siendo terceros Alexis Santana-Jacob Páez (Renault 5 GT turbo), que lo hacían a 2:50.2. Fernando Capdevila-Yeray Mujica, la gran atracción de la prueba con su remozado MG Metro 6R4, quedaban fuera de competición a las primeras de cambio debido a un problema eléctrico con el alternador causado por las fuertes lluvias. Con mucho pundonor y para no defraudar a los aficionados, el piloto tinerfeño se reenganchó posteriormente a la carrera y marcó el último scratchs de la dura jornada.
Pablo Suárez-David Rivero (BMW M-3) acabaron cuartos a 3:49.8, seguidos de Sergio y Luis Marrero (Renault 5 Turbo) a 4.34.8 y Bernardo Arencibia-Óscar Ramos (Toyota Starlet) a 6:49.5. En la categoría de Regularidad Sport la victoria en el Campeonato RS fue para Manuel Hernández-David Bethencourt (Renault 5 Turbo), en la Copa RS la primera posición fue para Yoni Medina-Antonio Peña (Toyota Corolla) y el ganador del trofeo 50 fue Germán y Agustín Rodríguez (BMW 323i).
Declarada la jornada en alerta amarilla en Gran Canaria, la prueba se ponía en marcha con una meteorología infernal, con una intensa lluvia que causó desprendimientos de piedras en el tramo de Montegusano-Juncalillo, que en sus dos pasadas fueron suspendidas por la Escudería Aterura, siguiendo recomendaciones de los estamentos oficiales.
A pesar de las duras inclemencia meteorológicas los aficionados se mantenían a pie de carretera. Se sucedían trompos, sustos y aquaplaning, pero las cosas poco iban a cambiar ya hasta final de carrera al consolidarse las posiciones.
La hegemonía de José Mari Ponce al frente de la carrera llevaba al veterano piloto a apropiarse de tres scratchs, sumando uno Alexis Santana al completar una soberbia actuación en Artenara-2.
Fernando Capdevila se adueñaba del otro scratchs en el último tramo al superar a José Mari Ponce por escasas 9 décimas, en su regreso a la competición tras solventar la avería.
