La selección española femenina de balonmano arranca (17:15) ante Kazajistán su andadura en el Mundial de Dinamarca, una cita que España afronta con el objetivo de no bajarse del podio tras colgarse el año pasado la medalla de plata en el Europeo.

Un metal que podría venir acompañado en esta ocasión de un billete para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, para lo cual el conjunto español deberá lograr el título universal o esperar el triunfo de Noruega.

Ambicioso reto que no alterará el credo de las 'guerreras'. La humildad, la lucha, la entrega, el trabajo que ha llevado a la selección a pasar en apenas siete años de pelear por hacerse un hueco en las grandes citas internacionales a convertirse en un firme candidato a las medallas.

"Siempre hemos sido prudentes en todo lo que hemos conseguido y seguimos con esa misma idea. Ahora hay que pensar en la primera fase y en del debut con Kazajistán, aunque está claro que vamos al Mundial con la máxima ilusión y con ganas de pelear por todo", señaló el técnico español Jorge Dueñas.

Una prudencia que se ve justificada en el camino que aguarda al conjunto español en Dinamarca, donde España se enfrentará a una exigente primera fase en la que se medirá con Kazajistán, Rusia, Rumanía, Puerto Rico y Noruega, campeona olímpica y el equipo que privó del oro continental a las 'guerreras'.

"Hay cuatro equipos -Noruega, Rusia, Rumanía y España- que somos superiores y que deberíamos estar en octavos, aunque sin quemar todas las naves, para llegar con las mejores sensaciones y una buena condición mental a los cruces", señaló Dueñas.