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El tridente de hierro

Los grancanarios Raúl Santana, Tanausú Castellano y Antonio Ramírez logran clasificarse para el Mundial de Australia de triatlón 2016

De izda. a drcha.: los triatletas grancanarios Raúl Santana, Tanausú Castellano y Antonio Ramírez, en el barrio marinero de San Cristóbal. QUIQUE CURBELO

Tienen varios lazos en común. Tres grancanarios. Su primer mundial de triatlón de media distancia. Superan la treintena. Una salud de hierro y una máxima en su vida: "Los sueños se consiguen con trabajo". Tanausú Castellano, Antonio Ramírez y Raúl Santana lograron clasificarse para el campeonato mundial Ironman 70.3 que se celebrará el 4 de septiembre del próximo año en Queensland (Australia). En la última edición del Ironman de Lanzarote, estos deportistas amateur consiguieron el pase a esa cita, en la que 1.800 afortunados de más de 50 países batallarán por el podio.

Pero los tres triatletas isleños ya sujetan en sus manos un premio: figuran entre los 130.000 candidatos que se presentaron en alguna de las 85 pruebas clasificatorias celebradas en todo el mundo. Supone un reconocimiento al ingente sacrificio y a toda su trayectoria deportiva, pues sólo acuden los mejores del momento en la distancia.

Un desafío muy exigente para poner a prueba cuerpos concebidos de otra fibra. Se trata del Ironman 70.3, conocido también como medio Ironman, una modalidad de triatlón de media distancia que combina 1.9 kilómetros de natación, 90 km de ciclismo y 21.1 km de carrera a pie (70.3 millas, 113 km en total).

"Para los tres es un premio al trabajo duro de tantos años, al final esto es la clasificación para un mundial, pero detrás de aquí hay muchos años de esfuerzo", subraya Tanausú Castellano, un entrenador personal de Guía, afincado en York, al norte de Inglaterra. "Es una recompensa al trabajo hecho para esta prueba, ha sido difícil pero se consiguió", indica Antonio Ramírez, bombero del Parque de Bomberos de Telde.

"Es una suerte, no fruto de la casualidad, sino del trabajo y la perseverancia durante años dedicados exclusivamente, además de la familia, al entreno del triatlón", señala Raúl Santana, cabo en el mismo recinto de bomberos.

Viajarán juntos a finales de Agosto a Down Under (nombre coloquial de Australia) con las maletas cargadas de ilusión, amor por el deporte y mucha preparación acumulada. Entre 25 y 30 horas de avión y una semana de adaptación antes de la gran prueba separan a Tanausú, Antonio y Raúl del punto de salida en Mooloolaba Beach, en el epicentro de Sunshine Coast de Queensland, al este de Australia. Pese a que el clima es mucho más húmedo que el canario, la zona costera juega a su favor.

Cada uno de ellos competirá como amateur (aficionado) en sus respectivas categorías de edad: Tanausú, en 30-34, Antonio en 35-39, y Raúl en 40-44. Los tres se tuvieron que enfrentar a los grandes guerreros del agua y el asfalto de Europa que acudieron al Ironman 70.3 de Lanzarote el pasado 19 de septiembre, para atrapar una de las 30 plazas clasificatorias para el mundial australiano, repartidas entre los diferentes grupos de edad.

Orgullo canario

Tanausú finalizó cuarto en el suyo (4 horas 50 minutos 8 segundos) -había tres vacantes y una persona renunció a su plaza-; Antonio, segundo (05:02:12), y Raúl llegó a meta en tercer lugar (04:59:45).

"Queremos llevar el nombre de Canarias. Nos sentimos orgullosos de ser canarios, pero también nos gustaría que Canarias se sintiera orgulloso de nosotros, de personas del mundo 'amateur', se conviertan en semiprofesionales de una disciplina con los resultados obtenidos y nos dieran apoyo", apunta Raúl.

El coste económico para participar en una competición intercontinental es elevado. Oriundo de Valleseco, este bombero de 43 años afirma que los billetes de avión, transporte del material, alojamiento y manutención durante los 10 días previos puede rondar los 5.000 euros. A eso se le suma 2.000 euros, entre el material necesario para el mundial, los entrenamientos y la nutrición deportiva, además de los gastos de inscripción, unos 700 euros, en pruebas clasificatorias. Entrenado por la triatleta grancanaria Patricia Santana, Raúl Kapi va a por todas. "Quiero ser el campeón del mundo si puedo", asevera. La curiosidad empujó a este padre de familia a practicar triatlón desde hace cuatro años y ya ha cosechado varias medallas. 2014 significó un punto de inflexión en su carrera. Tras lograr el bronce por equipos en el campeonato de España de triatlón de larga distancia (3,8 km a nado, 180 km en bicicleta y 42 km de maratón), se colgó dos preseas más del mismo metal en el Ironman de Vitoria y en el Ironman 70.3 de Lanzarote este año. Por su parte, su colega de profesión Antonio Ramírez, de Jinámar, atesora un potencial aún por explotar. Empezó en esta disciplina deportiva en 2010 para mantener el fondo físico como bombero.

Sus vitrinas aún no contienen trofeos, pero sí muchas ganas de dar la sorpresa en Australia. La constancia es su fórmula mágica y el entrenador José Ramón Callén, su ángel de la guarda. "La fortaleza mental es fundamental. Mucha gente tiene fuerza física, pero luego lo que ayuda a mantenerse es la mental", indica Antonio.

Tanausú Castellano, de 31 años, encontró en el Reino Unido apoyo empresarial para conciliar vida laboral y deportiva. El triatlón es su estilo de vida desde hace cuatro años. Con la ayuda de su entrenador Francisco Rivero, ha conquistado el mayor logro de su palmarés: el pase al Mundial de Australia.

"Me engancha el poder pasar horas y horas haciendo deporte. Como tiene varias disciplinas, nunca te aburres", comenta Tanausú.

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