Un salvavidas a la gloria. El Sporting logró el objetivo de sumar los tres puntos ante el Eibar (2-0) en un partido que jugó atenazado por los nervios y la presión de su situación clasificatoria pero que le permite seguir luchando para huir del infierno.

El Sporting se fue al descanso ganando 1-0, un resultado que no se mereció porque realizó unos primeros 45 minutos atenazado por los nervios, y eso que el Eibar no se jugaba nada, lo que se notó porque no apretó en ningún momento.

Los gijoneses sabían que si no ganaban este viernes la permanencia se volvería prácticamente imposible y esto fue algo que también se notó porque no fue el equipo presionante y que apenas da un metro al rival.

Los eibarrereses tuvieron el control del balón y lo movieron con relativa comodidad porque el centro del campo rojiblanco estuvo perdido y las primeras llegadas fueron visitantes, aunque sin peligro. Carmona y Jony lograron los goles en una fiesta imperial. Respira el Sporting, que huye del infierno de plata.