José Santana Páez, el primer árbitro canario en debutar en Primera división de fútbol, fallecía en la jornada del viernes después de una larga enfermedad y fue incinerado ayer en el tanatorio de Miller Bajo.

Nació José Santana Páez en la capital grancanaria el 11 de agosto de 1930, por lo que estaba próximo a cumplir los 86 años de edad. Desde muy joven se involucró con el fútbol en su barrio de La Isleta, hasta que se decidió por el arbitraje. Era su pasión.

Tal es así que, en una ocasión en la que habló con La Provincia/DLP -justo cuando el fallecimiento de su amigo y también árbitro, que siguió sus pasos, José Merino González-, señalaba que "me gustaba tanto el arbitraje que incluso perdía dinero profesionalmente porque tenía que quedarme en la Península para arbitrar. Iba para dirigir un partido un domingo y tenía que quedarme hasta el siguiente, porque el costo de los colegiados canarios era muy elevado para las arcas de la Federación. Entrenaba con la plantilla del Rayo Vallecano e incluso participaba como jugador en algún que otro partidillo".

Al finalizar la temporada 69-70 logró ascender a Primera División, realizando su debut en la categoría en la tercera jornada en el Santiago Bernabéu, con ocasión del Real Madrid-Granada que finalizó con triunfo del equipo que dirigía Miguel Muñoz sobre el de Joseíto (3-2).

En ese partido había más canarios sobre el césped: sus jueces de línea, Santiago Morales Romero -en el mundillo futbolístico y en su barrio de San Nicolás conocido como El Salvaje- y Ángel Betancor Montesdeoca.

Además, estaban los jugadores Antonio Betancort, en el Real Madrid -salió en el minuto 65 sustituyendo al lesionado Borja-, y en el Granada estaban el también grancanario Vicente González -que se lesionó en el minuto 40 y fue sustituido por Porta-, además de los tinerfeños Tigre Barrios y Ñito -en el banquillo como portero suplente-.

Dirigiría esa temporada otros siete partidos más en Primera División, donde se mantuvo por espacio de otras dos temporadas, con un total de 11 y 4 partidos, respectivamente, descendiéndole el Comite al término de la campaña 72-73, después de que estuviera tres meses sancionado luego de unos incidentes acaecidos en el partido Deportivo de La Coruña-Málaga, en Riazor.

Posteriormente, al terminó de la temporada 1973-74, en la que dirigió 13 partidos en Segunda División, volvió a ascender a Primera División, donde se mantuvo hasta la campaña 1976-77 en la que, con 46 años, se retiró del arbitraje al cumplir con la edad reglamentaria con la magua de no haber sido internacional. "Si ya era difícil un canario en Primera, imagina como internacional", diría. Su último partido dirigido en Primera División fue en El Helmántico: Salamanca-Racing de Santander, que finalizó con triunfo de los cántabros con gol en propia puerta del argentino Rezza.

José Santana Páez dirigió un total de 128 partidos en la elite del fútbol nacional -contando los 53 de Primera División y los 75 de Segunda, y sin contar los de Copa-, y fue el que abrió el camino para que, con posterioridad, siguieran sus pasos en la máxima categoría otros también colegiados adscritos al colegio de Las Palmas: José Merino González (qepd), Tomás Jiménez Moreno, Fernando Sosa Saavedra, Carmelo Rodríguez Martel, Alexis Pérez Pérez y el actual ábitro internacional y de Primera División, el lanzaroteño Alejandro Hernández Hernández.

José Santana Páez estaba casado con Felisa Pérez Salazar y tuvieron cinco hijos: Mency, Jimmy (qepd), Lucas, Luzma y Betysha. Desde estas líneas les hacemos llegar las más sinceras muestras de condolencia tanto a ellos como al resto de sus familiares.