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Añaterve, el gran 'caudillo' guanche

El 'Mencey de La Orotava' encumbra al Maninidra en el setenta aniversario del club del Sureste

Añaterve era el caudillo guanche del Menceyato de Güímar y se convirtió en el primero que pactó la paz con los colonizadores, en un gesto que todos tomaron como rendición. Ese caudillo tiene un digno sucesor. Se trata de Añaterve Abreu, el Mencey de La Orotava. El coloso del Maninidra llevó a su club, en el año que celebra su setenta aniversario, al título de la Copa Obra Social La Caja de Canarias de Primera Categoría. Una luchada de muchos quilates donde las principales estrellas de ambos clubes, el orotavense por el bando del Sureste y Samuel Rodríguez Gomerito III, por el del Noroeste, se jugaron el todo por el todo.

Los juveniles y cadetes iban calentando el ambiente con su buen quehacer sobre la arena mientras que un rosario de personas se acomodaba en las cerca de mil plazas del terrero de Las Crucitas, en Agüimes. La noche iba de emociones. Las primeras, antes del inicio de la luchada por el título copero de Gran Canaria, en su Primera Categoría. El jolgorio de la grada quedó reducido a silencio cuando se homenajeaba a dos que faltaron a un duelo que seguro siguieron de cerca desde allá arriba.

A muchos de la formación del Unión Gáldar que saltó a la arena se le escapaban las lágrimas recordando la figura de uno de los suyos desaparecido sólo unos días antes del acontecimiento, José Manuel Quesada. En el otro lado, el del Maninidra, se homenajeaba al joven hijo del expuntal majorero del club ingeniense, Domingo Carmona.

Después del mal trago, se reactivó el bullicio. Las dos entregadas aficiones, más bulliciosa la galdense que llegaba en gran parte al recinto del Sureste en guaguas fletadas para la ocasión, seguían atentamente las primeras agarradas, recibidas con alborozo por una parte u otra del recinto según fuera su desenlace favorable a un bando o a otro. Los más veteranos inculcaban su amor y conocimientos sobre este deporte a los más pequeños, el futuro de la lucha canaria. Un dato a reseñar, la destacada presencia de público femenino.

Y entre duelo y duelo, la megafonía animaba recordando los suculentos premios del sorteo previsto, donde no faltaba la consabida pata de jamón típica. Los protagonistas, los ganadores, daban su correspondiente vuelta al terrero pillando al vuelo las monedas que los aficionados lanzaban para premiar su actuación. Y la verdad, se trata de una maña tan complicada como pueda ser una de las que ponen en práctica durante la brega.

La emoción iba in crescendo a medida de que los luchadores de cola mantenían la igualdad en el marcador, siempre con una ventaja mínima para el Maninidra. Hasta que el cuadro galdense comenzó a poner a sus puntales sobre la arena. Rayco Santiago volteó el marcador a favor de los del Noroeste. A las diez y cuarto de la noche se miraban a los ojos los primeros colosos con empate a ocho. En uno de los duelos esperados, Añaterve Abreu, por el Maninidra, tumbaba al palmero Alejandro Afonso, del Gáldar.

Con 8-9, llegó la segunda, con el mismo desenlace (9-9). La afición cochinera se vino arriba rendida a su puntal, aunque su rival tomó ventaja de nuevo (9-10). Entonces le tocaba a Rayco Santiago bailar con el gigantón tinerfeño. Corrió con la misma suerte que su compañero, eliminado (11-10). Primera aparición de la tercera pata del banco galdense, Samuel Rodríguez Gomerito III, que fue calentando con Arasahi Tejera, el fiel escudero de Añaterve. Sufrió. Cuando parecía que lo tenía perdido, emergió con toda su fuerza para alegría de una afición desgañitada.

La gran luchada de la noche estaba servida. La tranquilidad serena de Añaterve vs el nervio racial de Gomerito, un enfrentamiento titánico. Los del Noroeste intentaban insuflar oxígeno a su gladiador, casi extenuado, ante el coloso de los de Ingenio. 11-11. Once y seis minutos de la noche. Arranca el espectáculo. El cochinero, en la primera, lo tuvo fácil. Encontró un poco más de resistencia antes de coronarse como el caudillo guanche del Maninidra.

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