El alcalde de Río, Eduardo Paes, entregó ayer las llaves de la Villa Olímpica a la delegación de Australia, que se había negado a entrar en los apartamentos por su mal estado. Paes pidió "disculpas formales" por los problemas que ha tenido la delegación australiana y por la broma que hizo al sugerir que iba a conseguir un canguro para que los deportistas de ese país se sintieran como en casa. Los australianos aceptaron las disculpas.