El Gran Canaria completó un partido de los que hacen afición en el Palau Blaugrana al hacer sufrir al Barcelona hasta el último segundo de partido, cuando los culés hicieron el cuarto aprovechando que los amarillos ya jugaban con portero-jugador (4-2). El equipo de Suso Méndez repite gran actuación contra uno de los grandes, como ya hizo en la primera jornada frente al Movistar Inter.

De inicio sorprendieron los amarillos con varios contragolpes, e incluso un tiro al palo de Juanillo, ante un cuadro culé que ejercía el dominio. Los de Méndez no salieron a esconderse en el mítico Palau y hacían trabajar a Sedano.

El partido no estaba donde los catalanes querían, que pidieron tiempo muerto. Y a renglón seguido llegó el tanto de Ferrao con un bonito giro y tiro. La presión del Barça era agobiante y al Gran Canaria se le hizo muy larga la primera parte, pero tras el descanso volvió a hacer de las suyas.

Adelantaron la línea de presión y lograron su objetivo de mantener el 1-0 hasta los últimos minutos, cuando se instaló la locura. Adolfo pareció sentenciar, pero acortó distancias al minuto Joao en propio meta a tiro de Anás, que ya ejercía de portero-delantero. Marc hizo el 3-1 pero de manera inmediata Bingyoba se inventó un golazo para mantener con vida a los suyos hasta que Adolfo sentenció.