Solidaridad con Canarias. Ésta es la reclamación lanzada ayer por los controladores aéreos a los principales agentes económicos de las Islas, de cara a Semana Santa. Empresarios turísticos, turoperadores, agencias de viajes, compañías aéreas y hasta el propio Gobierno de Canarias exigieron un compromiso "serio y formal" a un colectivo, que, no obstante, rompió el pasado miércoles el diálogo con los responsables de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) con el que negocia un nuevo convenio colectivo. Un documento que llevaba bloqueado desde 2004, y que ha provocado la entrada en escena de un decreto de Fomento en el que rebaja hasta un 20% las nóminas de estos profesionales.

Los operadores turísticos, además, alertan de que una huelga encubierto se pagaría muy caro, sobre todo, cuando "está en juego la salida de la crisis, ya que comienzan a darse los primeros signos de recuperación en las llegadas", según señaló ayer José Fernando Cabrera, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife. En la misma línea se manifiesta la viceconsejera de Turismo del Ejecutivo regional, Yolanda Perdomo, quien sostiene que "los turoperadores alemanes aún guardan en la retina los efectos de otras huelgas en Canarias".

Por su parte, el sindicato de controladores aéreos, USCA, reiteró ayer "el compromiso con la sociedad de mantener el servicio en Semana Santa como hemos venido anunciando públicamente en las últimas semanas". En este sentido, el colectivo llama la atención sobre algunas interpretaciones que "parecen destinadas a confundir a la opinión pública y entorpecer el ánimo negociador que el sindicato y el colectivo al que representa ha mostrado en los últimos días". USCA solicitó la aprobación de un documento conjunto en la mesa de negociación del convenio en el que se hiciera una referencia expresa al mantenimiento de la paz social.

Además, los controladores aéreos también denuncian "que está viviendo la mayor incautación de derechos de los trabajadores por parte del Estado desde que fue promulgada la Constitución y una incomprensión injusta basada en informaciones tendenciosas".