El veto a la exportación de la papa antigua canaria, o papa bonita, vigente desde 2009 se aproxima a su final. La Unión Europea analiza un tratamiento de las papas mediante dióxido de carbono (CO2) para erradicar la polilla guatemalteca (Tecia solanivora) tras su cosecha, un protocolo de exportación elaborado por el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna con el aval del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
"Es un procedimiento de primer nivel, un referente, y está bastante avanzado, a la espera de Bruselas, pero somos optimistas", valoró el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo tinerfeño, Jesús Morales Martínez. De hecho, la corporación local ya asignó 50.000 euros en el presupuesto de 2016 para la adquisición e instalación de una cámara de conservación con atmósfera controlada en la cooperativa de Benijos (La Orotava), de titularidad insular y con gestión a cargo de la Sociedad Cooperativa Agraria Garañaña.
Tras su próximo montaje en las instalaciones públicas de La Orotava, principal área de comercialización de la papa en esa isla, la tecnología se proyecta "extender a otras zonas productoras", adelantó Morales Martínez. Además, la autorización del protocolo exportador por parte de la UE redundará "en beneficio de todos, de otras islas y de la Península", destacó el consejero, en referencia a la vigencia de la cuarentena en todo el Archipiélago y la reciente introducción de la polilla guatemalteca en diversos puntos de Galicia.
Aunque los principales focos de la epidemia se localizan en Tenerife y La Palma, desde Lanzarote ya se han interesado por el sistema, según informó la científica del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) Gloria Lobo. Además del organismo autónomo adscrito a la Consejería de Agricultura, la empresa semipública Gestión del Medio Rural (GMR) también colabora junto al Cabildo y la ULL en los trabajos desarrollados desde 2005 contra el insecto centroamericano, detectada en las Islas desde 1999.
"Hay posibilidades, los visos son buenos, pero los pasos burocráticos son lentos", apuntó Lobo sin poner fecha al posible final de la cuarentena a las papas antiguas, una treintena de variedades reguladas por una denominación de origen.
Según la investigadora, "ya no se trata de erradicar la polilla, sino de aprender a convivir con ella, y el tratamiento cuarentenario postcosecha mediante CO2 asegura una mortalidad completa del insecto sin afectar a la salud de los operarios ni a la calidad del producto".
