El inicio de la colección editorial de Promotur se enmarca en un proceso de "renovación de la marca y con ello la reinvención del destino turístico", según la consejera autonómica del sector, María Teresa Lorenzo. El debate se plasma en normas del Gobierno de Canarias como el proyecto de la ley del suelo, que ya se encuentra en tramitación parlamentaria e incluye una disposición adicional sobre la residencialización. No obstante, el texto se derogará cuando el fenómeno se regule en profundidad a través de la nueva ley turística que el Ejecutivo de Coalición Canaria y Partido Socialista pretenden elaborar a partir de 2017. El libro La residencialización de las áreas turísticas de Canarias introduce algunas propuestas como, por ejemplo, favorecer la "compatibilización de usos turísticos y residenciales, ordenando una realidad de hechos consumados", según los economistas Carmelo León y Beatriz Suárez. Los autores plantean "imponer un uso residencial de alta calidad", acorde al entorno turístico e incluido en la planificación territorial. Además, el uso residencial "ha de estar sujeto a los mismos impuestos, o incluso más, que el uso turístico", por lo que proponen un tributo equivalente "al coste generado en la sociedad como consecuencia de dejar de obtener rentas turísticas en un lugar idóneo". También proponen incentivos mediante ayudas fiscales y contributivas para el proceso inverso, es decir, el cambio de residencial a turístico.