La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El tomate canario de exportación cierra el año con una caída de 6.624 toneladas

El retroceso del 10,7% se explica por la pérdida de 32 hectáreas y la salida de una empresa

El tomate canario de exportación cierra el año con una caída de 6.624 toneladas

A punto de terminar la campaña 2016-2017, el tomate canario vuelve a registrar una reducción de las exportaciones con respecto a hace un año. La caída del 10,7%, que en valores absolutos supone 6.624,5 toneladas, responde a una reducción de la superficie plantada de 32 hectáreas y a la salida del mercado de una empresa con respecto al año anterior. En el conjunto del sector hortofrutícola, que suma el pepino y otros productos, la disminución fue de 8.975,7 toneladas (-10,5%).

Las cifras que maneja Fedex a falta de los últimos envíos que aún realizará la cooperativa grancanaria Coagrisan la semana próxima, constatan la delicada salud que atraviesa el sector, pendiente de una inminente renegociación al alza de las ayudas europeas que percibe y que recientes estudios señalan como insuficientes.

No obstante, de los números también pueden extraerse conclusiones positivas. Por ejemplo, la producción no reflejó con toda su intensidad la notable pérdida de hectáreas cultivadas y eso revela que los productores que hasta el momento han logrado mantener viva una actividad histórica y esencial en zonas como La Aldea innovan. La aplicación de la técnica de descuelgue, que permiten crecer a la planta hasta 17 metros más cuando supuestamente alcanza su techo, y las mejoras de las instalaciones incrementan el rendimiento.

Incluso, el resultado podría haber sido mejor en esta campaña con un mejor acompañamiento de las condiciones meteorológicas. Desde Fedex sostienen que las de esta temporada han incidido de forma negativa en la salud de los cultivos provocando un menor crecimiento y, por tanto, también una reducción de la producción que podía preverse sobre el papel. También es cierto que la Península y Marruecos, los grandes competidores que tiene el Archipiélago, sufrieron condiciones adversas de mayor intensidad que también se reflejaron en sus producciones.

Precios buenos

Dichos problemas del país vecino y la España continental provocaron que se obtuvieran buenos precios. El intenso frío llegó tarde, pero también tardó en marcharse. Las bajas temperatura impiden la maduración del fruto o, más bien, la retardan cuando la demanda en los mercados europeos no decae. Esa retracción de la oferta la aprovechan los productores canarios, prácticamente los únicos que sirven cuando el termómetro cae a valores muy bajos, para subir los precios.

Dicha circunstancia se produjo con intensidad en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo. En este último, las temperaturas llegaron a situarse en el entorno de los 30 grados centígrados en la Península, pero unas inesperadas nevadas vinieron en auxilio de las Islas.

Durante la campaña operaron trece empresas, ocho grancanarias, cuatro tinerfeñas y una de Fuerteventura que, respectivamente, se repartieron, 488, 140 y 30 hectáreas cultivadas. Por provincias, Las Palmas concentró el 83,11% de la producción, mientras que la de Santa Cruz de Tenerife envió al continente europeo el 16,99% restante, 9.310,6 toneladas que mejoraron en 926,6 el registro de la campaña 2015-2016; otra buena noticia.

En el actual contexto cabe dar por bueno el descenso general. Recientes estudios elaborados por la Universidad de La Laguna (ULL) desvelan que el actual volumen de ayudas establecidas por la Comisión Europea (CE) para el sector tomatero de las Islas dejan en cero el beneficio de la actividad. Estos trabajos son los que servirán de base científica para elaborar el documento Estrategia para el tomate de exportación 2017-2020, del que el Gobierno canario ya ha enviado al Ministerio de Agricultura un borrador.

"Esperamos que sean sensibles y conscientes", señaló ayer el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, sobre el papel que debe jugar el departamento del Ejecutivo central que dirige la ministra Isabel García Tejerina. Las ayudas del tomate tienen la consideración de estatales, por lo que debe ser el Gobierno central el que las cierre con la CE.

"No creían el efecto que tenían sobre el tomate canario la competencia desleal y la falta de control en los contingentes de Marruecos", añadió Quintero. De los dos trabajos elaborados por la ULL, el titulado El impacto socioeconómico del tomate de exportación en Canarias explicita la ausencia de beneficio en un escenario de precios de venta en los mercados mayoristas de 88 céntimos por kilo. El propio estudio señala que entre 2008 y 2015 la media nunca superó los 89 céntimos. La ayuda a la hectárea se sitúa hoy en 11.000 euros. "Queremos elevarla a 15.000", afirmó Narvay Quintero.

Compartir el artículo

stats