La Delegación Saharaui para Canarias ha emitido un comunicado advirtiendo a los empresarios canarios de que la invitación que les ha hecho llegar Marruecos para que inviertan en Dajla constituye una huida hacia adelante del "régimen de ocupación". Dicha iniciativa del reino alauí, siempre según los remitentes, constituye un intento de paliar los efectos de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de la semana pasada que excluye al Sahara del tratado de pesca entre Marruecos y Bruselas.

Según la interpretación de los firmantes, dicho fallo señala "que el territorio del Sahara Occidental no forma parte del Reino de Marruecos" y alude a un "barco de fosfato robado retenido en África del Sur, otro descubierto transitando por Panamá" y a la investigación sobre la existencia "de rutas piratas para evadir la legalidad" que acometen organismos internacionales.

"Ante esta situación, el régimen marroquí busca un balón de oxígeno olvidando que Canarias es la frontera sur de la UE", por lo que también aquí "rigen las leyes de los tribunales europeos", señala la nota. Por ello, llamar a los empresarios canarios a invertir "en las zonas ocupadas del Sahara Occidental es incitar al delito y a la ilegalidad", explican los comunicantes saharauis, quienes además estiman que "ningún empresario canario querría ver su nombre ni el de su empresa manchado en estos actos delictivos que en nada les beneficia", sobre todo, en el momento en que toda actividad económica en la zona está observada con minuciosidad.

"El régimen marroquí lo que busca es entorpecer toda solución del conflicto como la preconiza la Unión Africana en su última cumbre de jefes de Estado", advierte el comunicado sobre la petición a "la República Árabe Saharaui Democrática y al Reino de Marruecos, como países de la organización, de entablar negociaciones para solucionar el conflicto". Aluden además a los contactos establecidos con el Frente Polisario y el Reino de Marruecos por parte del enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, por un lado, y las partes interesadas, Mauritania y Argelia.

"Pedimos a las empresas canarias abstenerse de toda actividad económica en el territorio saharaui ocupado, hasta que exista una solución definitiva del conflicto", concluye el comunicado, advirtiendo de que "el único interlocutor válido para negociar cualquier acuerdo es el Frente Polisario".