La flota canaria reclama al Estado que aclare por escrito si los treces buques de las Islas que faenan en el banco sahariano pueden continuar haciéndolo hasta el 14 de julio, un día antes de que expire el actual protocolo de pesca de la Unión Europea (UE) y Marruecos. Los armadores canarios quieren tener la garantía de que no serán sancionados después de que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dictaminara que el convenio firmado por Bruselas y Rabat, pese a ser válido, no es aplicable al Sáhara Occidental ni a sus aguas adyacentes.

El Gobierno de Canarias trasladará hoy esta petición a la Secretaría General de Pesca. Orlando Umpiérrez, director regional de Pesca, explicó ayer que los pescadores isleños no saldrán a faenar hasta que tengan la certeza de que pueden hacerlo. Pese a que algunos armadores consideran que la sentencia de la justicia europea no afecta a los meses de vigencia que restan del convenio, el sector pesquero con intereses en aguas saharianas acordó esperar a que el Estado adopte una posición al respecto.

Tanto el Ejecutivo regional como los pescadores canarios confían en que Madrid responda con rapidez a su petición ya que algunos barcos, tal y como expuso el gerente de la Organización de Productos Túnidos y Pesca Fresca de Lanzarote (Optuna 42) Andrés Cedrés, están listos para pasar durante la segunda quincena de este mes las inspecciones pertinentes en El Aaiún.

Los armadores canarios afectados por la resolución de la justicia europea se reunieron ayer con el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo; el consejero regional de Agricultura y Pesca, Narvay Quintero, y el propio Umpiérrez para analizar el nuevo escenario de la pesca isleña. "Queremos estar seguros de que podemos ir", señaló Cedrés tras el encuentro, por la vital importancia que supone para sus economías las capturas que realizan en el banco sahariano. Los pescadores que acuden a esta zona a faenar obtienen beneficios complementarios a la actividad que desarrollan en Canarias. De no poder continuar explotando esta vía, la flota isleña demanda a Europa medidas compensatorias. Una de las opciones que desde el propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se ha señalado como medida paliativa es la paralización temporal de la flota y los pescadores canarios ya trabajan en el cálculo del perjuicio económico que esa paralización supondría para ellos.

Asimismo, Umpiérrez expuso que desde la Secretaría de Pesca se han enviado "mensajes contradictorios" que no aclaran las dudas que surgen entre los pescadores isleños de cara al futuro. Por un lado, indicó, se dijo que el fallo del TJUE no afectaba al acuerdo y, por otro, se pidió cautela.

El 1 de marzo el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, pidió prudencia a los representantes del sector pesquero y de las comunidades autónomas por tratarse de una cuestión que "trasciende el ámbito meramente pesquero". Las flotas andaluza, gallega y canaria son las que más se benefician de este acuerdo. En torno a 120 buques europeos faenan en aguas saharianas y 48 de ellos son españoles. De éstos, casi un tercio -trece barcos- son canarios: seis tienen su base en Lanzarote, cinco en Tenerife y dos en Gran Canaria. Once de ellos son atuneros, uno está dedicado a la captura de pelágicos y otro es arrastrero.

Quintero, antes del comienzo de la reunión de ayer, apuntó que Canarias trabajará para hacer valer su proximidad a la costa africana y para que se adopten medidas que beneficien a los intereses de la pesca isleña si finalmente se queda sin banco al que acudir a faenar. "No se esperaba que la sentencia dijese que el acuerdo sigue pero con la exclusión del Sáhara", esgrimió.

Antes de que el TJUE se pronunciase, había un compromiso por parte del Estado de evaluar la situación y tratar de compensar con una parada a los pescadores canarios si el convenio se invalidaba. Ahora, el Ejecutivo regional busca que el Archipiélago sea protagonista en el próximo protocolo que ya está negociando la UE con Marruecos. "Nos preocupa igual o más", sostuvo Quintero, que recordó que los barcos canarios son diferentes al resto de los europeos y algunas embarcaciones "no están suficientemente preparadas" para faenar más al norte o al sur.