El mercado de productos emergentes y alternativos al cigarro tradicional asciende en la actualidad a 11.000 millones de euros en el mundo. El 60% de este valor está generado por los cigarrillos electrónicos, mientras que el 40% se factura a través de la venta de dispositivos y recargas de tabaco calentado. Además, se trata de un negocio muy concentrado en pocos países. La inmensa mayoría de las ventas de tabaco calentado se producen a día de hoy en Japón, mientras que el mercado de los cigarrillos electrónicos se concentra en cuatro países: Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia.

El potencial de estos productos para las principales industrias tabaqueras internacionales es enorme aunque hoy en día sólo ocupen el 2% de las ventas del sector. Philip Morris lanzó en 2014 IQOS en Japón y desde entonces ha desplegado una amplia campaña internacional de publicidad y divulgación apoyada en sus estudios científicos para apuntalar sus nuevos productos. Pero también sus principales competidoras BAT ( British American Tobacco), JTI (Japan Tobacco International) o Altadis hacen sus cálculos y prevén que en los próximos años las ventas se dispararán, una vez que se vayan extendiendo y las agencias y organismos internacionales avalen la reducción del riesgo para la salud que suponen.

Mientras Philip Morris potencia su IQOS, BAT cuenta con cigarrillo electrónico (Vype), tabaco calentado (Glo) y un dispositivo híbrido (iFuse). La principal enseña de JTI es Ploom Teach que, según la empresa, cuenta con un éxito rotundo en Japón, país a la vanguardia en el consumo de los nuevos productos de riesgo reducido de las principales tabacaleras del mundo. Por su parte, Imperial Brands presume de ser líder global en la venta de cigarrillos electrónicos con su dispositivo Blu y quiere entrar en la fabricación de líquidos para vapeadores.