La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo ha estimado parcialmente el recurso de casación presentado por Inmaculada Vega y Yeray González, condenados por la muerte de la pequeña Yunaisi, de tan solo seis meses, en enero de 2007 en Puerto del Rosario, y ha rebajado la condena por homicidio de 15 años, impuesta por la Audiencia Provincial de Las Palmas, a cada uno de ellos, a 12 años y seis meses. Los magistrados han absuelto a ambos de la agravante de parentesco al considerar que la condena por homicidio ya integra la agravación. Sin embargo, mantiene el resto de pronunciamientos dictados por la Audiencia, entre ellos, el de malos tratos habituales.

El 5 de enero de 2007 fallecía en el barrio capitalino del Charco Yunaisi Brito como consecuencia de malos tratos continuados, lo que provocó una muerte violenta. La pequeña no había sido inscrita en el Registro Civil ni había recibido ningún reconocimiento médico desde que nació. Dos días después del óbito agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) procedían a la detención de la madre, Inmaculada Vega, y de su entonces pareja, Yeray González, que desde 2006 conviven en la isla, como autores del homicidio e ingresaron en prisión.

La Audiencia Provincial de Las Palmas inicia el juicio en enero de 2009. Sin embargo, la sorprendente declaración del hermano de Yeray, que se autoinculpaba de las lesiones de la pequeña al señalar que se le había caído de las manos, obligan a la suspensión del juicio y decide la puesta en libertad de Inmaculada y Yeray.

El juez que instruye el caso desestima la versión de Iván González tras someterlo a una prueba pericial psicológica y reabre la acusación contra los acusados.

En noviembre de 2010 la Audiencia vuelve a sentar en el banquillo, esta vez en Puerto del Rosario, a Inmaculada y Yeray, y los condena a ocho años de cárcel, 15 por homicidio y tres por maltrato continuado. El tribunal aprecia la agravante de parentesco para los dos acusados, pues vivían juntos y Yeray había asumido el cuidado del bebé en ausencia de su padre biológico, Jordi Brito, que murió en un centro de menores seis meses después del homicidio de su hija.

Detención

Tras conocerse el fallo del Supremo, la presidenta de la Audiencia Provincial, Pilar Parejo, dicta un auto acordando la detención de Inmaculada Vega y Yeray González. La sentencia también les prohíbe a ambos de acercarse durante 20 años a Yarely Brito, la otra hija de Inmaculada, a una distancia de 500 metros, así como ejercer la patria potestad o tutela por un periodo de cinco años.