Los sectores críticos de Coalición Canaria (CC), representados espacialmente por Pájara, Tuineje y una parte de Puerto del Rosario, demandan una mayor representación dentro de los órganos de dirección de los nacionalistas. El poder de estas familias elevarán hoy al veterano José Juan Herrera como secretario general de CC en la Isla, salvo sorpresa de última hora, aunque es improbable.

Los nacionalistas celebran hoy en Corralejo su tercer congreso insular, donde unos 250 compromisarios deberán aprobar no solo la memoria de gestión de José Miguel Barragán al frente de la organización, sino las ponencias sobre el reglamento insular, que será defendida por Idaira Saavedra, y sobre la política ideológica, cuyo ponente será Felipe Bermúdez.

Los movimientos en los días previos al congreso no han estado exentos de nervios y tensión por los intentos de los sectores oficialista y críticos de controlar la organización. Sin embargo, la unidad de las organizaciones locales de Tuineje y Pájara y una parte importante de la capital, muy críticos con la actual dirección del partido y con algunos de los líderes insulares, han propiciado un cambio de rumbo. Los críticos han impuesto su mayor número de apoyos, lo que obligó al sector oficial a tratar de buscar un consenso al verse descolgado de los puestos en los órganos de dirección.

Todo el día de ayer las reuniones se intensificaron en la calle La Venta, domicilio de los nacionalistas, para tratar de confeccionar una lista equilibrada y que contente a todas las familias. Al cierre de nuestra edición todavía continuaban los encuentros.

El triunfo de los críticos comenzó a gestarse en la Comarca Sur. Primero en Tuineje, donde el sector del alcalde, Salvador Delgado, uno de los cargos más valorados de los nacionalistas, impuso su criterio y su poder. Muchos de los representantes del sector oficialista, entre ellos consejeros actuales del Cabildo y muy cercanos a Mario Cabrera, quedaron descolgados de la lista de compromisarios. Luego, le llegó el turno a Pájara, mientras que otras organizaciones locales, observando la situación, comenzaron a abandonar a los oficialistas.