El zifio de Cuvier de 5,5 metros de largo que apareció muerto en abril de 2005 en Roque Negro, junto al Faro de La Entallada, luce desde ayer muy cerca de donde se produjo su varamiento. Su esqueleto ha sido restaurado y montado a modo de escultura en la avenida marítima Paco Hierro de Gran Tarajal, incorporándose así al proyecto de la Senda de Los Cetáceos, que impulsa el Cabildo de Fuerteventura desde la Consejería insular de Medio Ambiente. LA PROVINCIA