Dos agentes de la Policía Local de Pájara arriesgaron su integridad física para tratar de salvar la vida de un turista que finalmente se lo tragó el mar. La valiente actuación de Pedro Cabrera Cabrera (Pájara, 1971) y Sergio Quintana Pérez (Vecindario, 1969) será reconocida en el próximo pleno del Cabildo de Fuerteventura donde serán propuestos para una distinción al mérito policial. Sin embargo, en sus mentes no pueden olvidar aquella tragedia ni la imagen de la familia del fallecido, que a píe de playa esperaban que fuera rescatado con vida.
La fuerte tormenta que descargó una intensa lluvia en la isla el pasado día 23, se saldó con el trágico suceso del fallecimiento del ciudadano alemán Wiard Waldecker, de 66 años, que disfrutaba con su familia de unas vacaciones en el hotel Barlovento, en la zona turística de Costa Calma, en el municipio de Pájara. Wiard decidió junto con un amigo darse un chapuzón en la playa a pesar de las malas condiciones del mar y de las advertencias del personal de socorrismo que habían señalizado con bandera roja el peligro que suponía adentrarse en el agua.
Pedro y Sergio se encontraba esa tarde de patrulla en Costa Calma. Sobre las 18.00 horas reciben una llamada alertando que dos personas se encuentran en apuros en la playa y se dirigen inmediatamente a la zona. "Cuando llegamos habían más de 50 personas metidas en el agua y vimos a una chica joven que nos hacía señales hacia donde se encontraba el hombre en apuros. Tras divisar en varias ocasiones logramos localizarnos", aseguran los agentes Cabrera y Quintana.No lo pensaron dos veces. Se despojaron de su ropa, las armas y la emisora, buscaron un kayak y se lanzaron al mar a pesar de la peligrosidad a la que se enfrentaban. "Comenzamos a remar como locos hacia la zona donde habíamos visto al hombre, pero las condiciones del mar nos impedía avanzar más rápido", apuntan los policías locales. Además, añaden, que "en dos ocasiones las enormes olas nos volcó la pequeña embarcación, nos arrastró la corriente que nos empujó hacia el fondo del mar. En estos delicados momentos tienes que tener la cabeza fría, tratar de superar la adversidad, subir a la superficie y tratar de coger de nuevo el kayak porque el objetivo de salvar a la persona en apuros sigue intacta", señalan, Pedro y Quintana.
Al llegar a la altura del turista en apuros, un golpe de mar les hace perder de nuevo el equilibrio en la embarcación y de nuevo se ven en el agua. "Logramos de nuevo subirnos y controlar la situación. Luego, volvimos a divisar el cuerpo y lo subimos a bordo. Fue un rescate arriesgado por la bravura del mar. El hombre estaba inconsciente. Lo amarramos al kayak y le dimos unos golpes a la altura del corazón para ver si reaccionaba, no pudimos hacer otra cosa porque el kayak no tenía ninguna estabilidad al ser un juguete a manos de las olas".
Al llegar a tierra, los agentes de la Policía Local de Pájara entregaron el cuerpo a los servicios sanitarios. "Cuando nos dijeron que había muertos nos entró una enorme tristeza porque nosotros éramos la esperanza de este hombre y su familia. No pudimos hacer más a pesar de poner en riesgo nuestras vidas. Eso si, teníamos la sensación de haber cumplido con nuestro deber aunque en esta ocasión no pudimos salvar la vida de este hombre", añaden, los agentes Pedro Cabrera y Sergio Quintana.
Cuando los agentes llegaron a sus domicilios, la tensión acumulada fue captada por sus familias. Pedro contó a sus hijos Alberto y Aroa que había tenido una actuación para salvar a un hombre del mar y que había fallecido. "El mensaje que quise expresarles es la necesidad de saber nadar des pequeños", apunta. Por su parte, Sergio no le contó nada a su hijo Mario, "aunque me costó coger el sueño".
El consejero insular de Seguridad y Emergencias, José Roque Pérez, valoró la profesionalidad, el espíritu de sacrificio y el valor de estos agentes de la Policía Local.
