La cabra es un animal sagrado y dañino en Fuerteventura. Representa un símbolo para los majoreros pues ha jugado un papel fundamental en su supervivencia y un peligro para el ecosistema. Sin embargo, la desidia de los representantes públicos ha posibilitado que estos animales asalten y ocupen obras públicas financiadas con fondos del Estado. Esto ocurre en Morro Jable.
El Ayuntamiento de Pájara comenzó a construir a finales de 2010 una de las obras emblemáticas para el Gobierno municipal: el Área Recreativa y Merendero del barranco del Ciervo. El proyecto, que contó con un presupuesto de licitación de 226.372 euros, fue financiado por el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E) o conocido también como Plan Zapatero. En enero de 2011, meses antes de las elecciones locales fue abierto al público.
La citada zona de ocio se encuentra construida en una parcela de 8.245 metros cuadrados, cuenta con ocho merenderos de unos 30 metros cuadrados de superficie útil, están cubiertos y protegidos del viento, y disponen de barbacoas, fregaderos, mesas y bancos. También cuenta con aseos, uno de ellos adaptados para personas con movilidad reducida y un parque infantil.
Sin embargo, con el paso del tiempo entre las acciones de poco civismo de algunos desaprensivos y de la desidia del Ayuntamiento de Pájara, la importante inversión del Estado se ha convertido en un corral con toda clase de lujo para las cabras que pastorean sin control por la zona de El Ciervo.
Los animales se han apoderado de los merenderos, descansan sobre las mesas y bancos, mientras que las pulgas, piojos y garrapatas procedentes de las cabras, así como sus excrementos se han convertido en protagonistas de la citada zona de ocio. Además, la basura y toda clase de residuos se encuentran esparcidos por las instalaciones.
Lo que en principio iba a ser un espacio de ocio y esparcimiento para los vecinos de Morro Jable, ubicado en una zona medioambiental sensible, por encontrarse dentro de los límites del Parque Natural de Jandía, se ha convertido en un foco de infección por los insectos y ácaros, así como en un lugar desolado y abandonado, a pesar de la importante inversión realizada en su construcción y puesta en marcha.
Un vecino de Morro Jable, que pide el anonimato "para evadir represalias", comenta que "es una vergüenza lo que está ocurriendo con el Merendero de Morro Jable. Se han gastado mucho dinero para que ahora la disfruten las cabras. El Ayuntamiento se ha despreocupado y ya nadie viene a disfrutar un rato aquí. Los asaderos con la familia y los amigos fueron las primeras semanas de su puesta en marcha, ahora las cabras han ocupado el lugar de las personas. Su situación es penosa".
Una mujer vecina de El Ciervo no escatima en reproches hacia el Consistorio sureño. "Los vecinos no nos merecemos este trato. Cómo es posible que esté tan abandonados con lo que costó ese Merendero. Una zona que era idílica la han convertido en un auténtico estercolero y corrales".
Este periódico intentó conocer la versión de algún responsable político del Ayuntamiento de Pájara sobre la situación de abandono de estas instalaciones municipales. El intento resultó infructuoso.
