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La juez archiva la denuncia contra la abuela Josefa por construir su cocina

Considera que no ha cometido delitos de desobediencia ni contra la ordenación del territorio - La vecina de Betancuria edificó una choza de madera de comedor

La juez archiva la denuncia contra la abuela Josefa por construir su cocina

La juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Puerto del Rosario, Cristina Sber Pinilla, ha decretado el archivo provisional de la denuncia contra Josefa Hernández Góez, conocida popularmente como la abuela de Fuerteventura , que fue imputada por los delitos de desobediencia y por vulnerar la ordenación del territorio. Además, el Fiscal de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Carlos Fernández Seijó, también solicitó el sobreseimiento de Josefa al considerar que no había cometido delito alguno.

El caso de Josefa Hernández saltó a la luz pública tras la publicación en LA PROVINCIA/DLP de su ingreso en prisión por haber construido su modesta vivienda en una zona protegida al encontrarse la parcela en el interior del Parque Rural de Betancuria. Fefa tuvo que ingresar en el Centro Penitenciario de Tahíche, en Lanzarote, el 24 de agosto de 2015.

La juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Arrecife con sede en Puerto del Rosario, María Isabel Quintero Verdugo, que condenó en 2012 a la llamada abuela de Fuerteventura a seis meses de cárcel, a la demolición de la ampliación de su vivienda y a una multa de 700 euros, le imputó el pasado mes de septiembre dos nuevos delitos: desobediencia y contra la ordenación del territorio, tras recibir un informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil donde se hacía constar que no solo no había demolido la parte de la vivienda afectada,

Josefa construyó una choza de madera de 12 metros cuadrados de superficie y dos de altura junto a su vivienda, estancia donde instaló una cocina para atender a sus tres nietos y a dos de sus hijos que conviven con ella.

La juez Sber Pinilla considera que Josefa no ha cometido ningún delito de desobediencia dado que no dispone de medios económicos para proceder al derribo de la parte ilegal de su vivienda. Tampoco observa un hecho delictivo en la edificación del chozo de madera al considerar que se trata de una instalación desmontable. Con esta sentencia, la abuela de Fuerteventura ya no tiene pendiente ninguna causa con la Justicia.

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