El ruido de las campanas de la iglesia de Santa María de Betancuria molesta a los vecinos de la villa histórica. Así se hace constar en el informe del Diputado del Común que fue presentado el pasado jueves a la presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, donde se recoge quejas sobre las molestias causadas al vecindario como consecuencia del estruendo procedente del campanario del templo histórico.

El Diputado del Común, el exministro y expresidente del Ejecutivo canario Jerónimo Saavedra, recoge en la memoria de actividades de 2016 que ha tramitado, "quejas sobre el ruido que generan las campanas de la iglesia de Betancuria". Saavedra cumplió con su deber de comunicar a los responsables del inmueble eclesiástico el cumplimiento de la normativa existente respecto a la medidas de materia acústicas y que, "la afección a la ciudadanía tenga la menor incidencia posible".

Las oficinas del Diputado del Común, ubicadas en la isla de La Palma, recibieron un total de 116 denuncias durante el pasado ejercicio, unas once más respecto a las originadas durante 2015.

Entre estas quejas destacan las procedentes del municipio de La Oliva como consecuencia del mal estado de la localidad turística de Corralejo, así como las presentadas por obras ilegales, o por la falta de respuesta a la solicitud de información por parte del propio Ayuntamiento de La Oliva, además de una denuncia elevada por la Junta de Compensación de Lagos del Cotillo.

También se recoge en el citado informe dos quejas contra el Cabildo de Fuerteventura, que se encuentran en trámites. El municipio de Pájara también aparece reflejado en la memoria del Diputado del Común como consecuencia de la ocupación de una serie de bienes a particulares.

Otra de las denuncias realizadas ante el Diputado del Común se localiza en el Ayuntamiento de Antigua por falta de colaboración en temas relacionados con Servicios Sociales, así cuatro más al Ayuntamiento de Tuineje por falta de respuesta de la Administración ante las quejas de vecinos.

Puerto del Rosario tampoco escapa del malestar de sus vecinos al denunciar, a través de la Plataforma Antidesahucios, del deterioro de la urbanización Rosa Vila.