Juan de Dios Ramos lleva 19 años como alcalde de Teror y a estas alturas está curado de espanto. Se muestra orgulloso del trabajo realizado en el Consistorio de la villa mariana y es consciente de que para algunos es un viejo dictador. A estas críticas hace frente argumentando que hay que saber adoptar decisiones, aunque sean duras, porque los ciudadanos deben ser lo primero. En su opinión, la única administración que no ha hecho sus deberes en esta época de crisis es la autonómica.