El Gobierno canario tachó ayer de "ocurrencia" la intención del Cabildo de Gran Canaria de renunciar a la implantación del gas natural como fuente de energía argumentado que se puede sustituir por la futura central hidroeléctrica que se construirá en las presas de Chira, Las Niñas y Soria. El portavoz del Ejecutivo, Martín Marrero, dijo que "causa perplejidad" la propuesta de la Corporación grancanaria, que la Consejería de Industria del Ejecutivo regional afirma que "carece de rigor técnico" y "confunde a la población" al crear expectativas de imposible cumplimiento.

Marrero recuerda que el Plan Energético de Canarias (Pecan) establece que en 2015 el 30 % de la energía eléctrica que se consuma en Canarias deberá proceder de fuentes renovables, mientras que el 70 % restante seguirá teniendo su origen en las fuentes convencionales, es decir, petróleo y gas. Según el Ejecutivo, si no se introduce el gas a partir de ese año el sobrecoste de la generación de energía supondrá 150 millones de euros anuales sólo en la isla de Gran Canaria.

El portavoz del Ejecutivo autonómico recordó que la central hidroeléctrica será de almacenamiento y no de generación de energía y que esta infraestructura por sí sola ya consumirá el 30 % de la energía que va a almacenar.

Por su parte, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez, señaló ayer que la planta regasificadora es un proyecto que quiere poner en marcha el Gobierno canario e indicó al respecto que la única posición tomada por la Corporación insular y que defenderá es que esa infraestructura no se instale en Arinaga. Pérez recordó que ese acuerdo tomado en pleno al final del pasado mandato fue aprobado por PP y CC.