El tractor que realiza las tareas de limpieza de playas del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha estado removiendo, desde el pasado mes de enero, los fondos marinos anexos a La Charca y el Faro de Maspalomas.

Se trata de una franja de callaos y roca volcánica que se extiende desde la arena hasta unos 40 metros mar adentro en la que, durante la madrugada y primeras horas de la mañana, ha ido entrando el tractor y un camión en los momentos de mareas bajas, destruyendo su base natural.

Este trasiego de material de mar a tierra ha ido transformando el suelo que durante miles de años ha ido modelando la naturaleza, para depositar el producto de las extracciones delante del centro comercial Oasis y en varios chiringuitos de la playa, y que está compuesto por toneladas de callaos que luego se han colocado a modo de dos grandes barreras, de unos 80 y 90 metros cada una, que permanecen ahora enterradas, apenas visibles bajo la arena por la labor de las máquinas y el viento.

La web playademaspalomas.com ha ido recopilando distintas fases de estos trabajos, que han sido luego denunciados por la asociación ecologista Ben Magec ante la Demarcación de Costas el 6 de abril, sin que haya recibido respuesta. En ese mismo texto se afirma que no consta el permiso de Costas para ello.

En la secuencia tomada el 2 de marzo desde un único ángulo se puede observar la playa con marea llena, que indica la considerable distancia existente entre la línea de playa y el punto de actuación en pleno mar. Tanto es así que encima de donde en marea baja estaban los vehículos del Ayuntamiento es en pleamar uno de los mejores puntos para practicar el surf en invierno.

Según el Plan Territorial Especial de Ordenación del Turismo Insular la zona invadida por las máquinas colinda con la Charca de Maspalomas, una de las pocas Reserva Natural Especial, único humedal de Gran Canaria, también Área de Sensibilidad Ecológica y Lugar de Importancia Comunitario de Las Dunas de Maspalomas.

De hecho es allí, sobre esa misma baja, donde encuentran sustento una variada lista de especies protegidas de la avifauna migratoria y local, como la garceta, la garza, el chorlitejo patinegro, el zarapito o el correlimos, entre otros.