José Miguel Rodríguez, nuevo alcalde de La Aldea de San Nicolás, se estrenó ayer en el cargo con un repaso a las cuentas del Ayuntamiento para realizar los pagos más urgentes y ver de qué forma se pueden afrontar "las numerosas deudas extrapresupuestarias contraídas por la anterior corporación", según explicó tras culminar su primera jornada de trabajo en la Alcaldía.

"Yo tengo una ventaja respecto a los otros nuevos alcaldes de la isla, y es la experiencia de tantos años en este Ayuntamiento; conozco a los funcionarios y todos están colaborando", resaltó el regidor aldeano, perteneciente a Nueva Canarias (NC) y hermano del líder nacionalista Román Rodríguez. Superada la polémica del pasado sábado, que convirtió a La Aldea en un punto caliente de los pactos de gobierno por la desobediencia de los dos concejales de CC a la dirección de su partido, el nuevo alcalde se reunió ayer con sus socios de gobierno y adelantó que hará públicas las cuentas de su antecesor, el socialista Tomás Pérez, para "delimitar las responsabilidades de cada cual en el endeudamiento del Consistorio".

Compromisos

A su juicio, el anterior alcalde "sobredimensionó los gastos y hay una parte de la deuda que no es asumible por el nuevo grupo de gobierno, aunque el Ayuntamiento hará frente a todos los compromisos de pago". La primera tarea será negociar con los proveedores para ajustar los pagos al dinero que hay en las arcas municipales. Rodríguez dijo que esperará a la auditoría de la Audiencia de Cuentas, pero advirtió de que "los habitantes de La Aldea sabrán en qué se ha gastado el dinero del Ayuntamiento".

El alcalde explicó que un porcentaje muy elevado de los ingresos procede del Estado y de la Comunidad Autónoma, por lo que el margen de maniobra para afrontar la deuda es muy corto. "No obstante, tengo una enorme esperanza en salir de esta etapa de crisis y penurias, tenemos que remontar el vuelo", declaró Rodríguez, quien apuntó que "la parte más dolorosa es la de las personas que no tienen empleo".