Más de 400 personas distribuidas en equipos y brigadas ya se encuentran en la cumbre de Gran Canaria preparadas para hacer frente a la campaña contra incendios de 2011 y, desde ayer, en máxima alerta por una semana de altas temperaturas. En la base que se encuentra en el lugar de Los Cofritos, Artenara, donde están apostados los dos helicópteros y los equipos que asisten a las aeronaves, denominados Presa, también se están dando cita desde hace unos días en un periodo de formación, para su entrenamiento y aprendizaje de nuevas técnicas, las brigadas terrestres, que se llaman Bravo, y que entrarán en pleno servicio operativo a final de la próxima semana.

Además de estos efectivos, hay que citar a los Lima, grupos que se encargan del avituallamiento de agua y comida a los agentes durante las labores de extinción, y a unos 120 participantes de una escuela taller que puso en marcha el Cabildo de Gran Canaria para ejecutar labores de limpieza, desbrozo y técnicas de silvicultura y que tras su finalización permitirá a los estudiantes conseguir el título de agentes forestales.

En total, casi cuatro centenares de personas, ya que hay que añadir el personal destinado a las seis torres de vigilancia distribuido en tres turnos por atalaya. En cualquier caso, este dispositivo no es más que un refuerzo a una asistencia permanente, ya que estas mismas brigadas Presa, que desde el pasado 13 de junio se encuentran destinados exclusivamente a dar cobertura a los equipos helitransportados, se destina el resto del año a hacer fuegos controlados, según explica Simón Alonso, uno de los dos técnicos que comanda a estas unidades, para eliminar la pinocha, pasto y matorral en un área que abarca desde el Pozo de Las Nieves hasta Artenara pasando por Moriscos, es decir toda la cumbre.

Alonso afirma que el monte público, gracias a estas quemas , "está hoy en estado de revista". El problema radica ahora más en las fincas particulares de las medianías, en aquellos propietarios que no limpian los restos vegetales de sus explotaciones, o en los cauces de barranco con exceso de cañas o maleza.

Ayer mismo, el dispositivo de guardia estaban soportando unas temperaturas de 36 grados a las cinco y media de la tarde, con todo el material listo para afrontar una emergencia, y especialmente en alerta por las hogueras de San Juan que empezarían poco después a iluminar buena parte de la Isla, y que serían luego vigiladas desde los dos modernos helicópteros que cubren la campaña.

Dos helicópteros

Se trata de dos aparatos de tercera generación y muy especiales. Dos Eurocopter AS-350 B3, un modelo que es el único del mundo que ha aterrizado en el Everest, a los 8.850 del Paso Sur el 14 de mayo de 2005, una marca que supuso el récord mundial de operación a mayor altura.

Luis Molano Bernadino y Julio Tortajada Bonet, dos de los tres pilotos destacados en Artenara, aseguran que se trata de una máquina perfectamente adaptadas a la difícil orografía de Gran Canaria, "capaces de aterrizar en cualquier recodo", o de colocar con precisión los 930 litros de agua que pueden transportar en sus góndolas. Uno de los aparatos es totalmente nuevo, con apenas 89 horas de vuelo para un trabajo que es difícil, peligroso y complicado y que requiere de algo más que una simple relación profesional, tanto entre los pilotos como entre 'el pasaje', en este caso los componentes de los equipos Presa.

Simón Alonso lo resume más gráficamente. "Todos los que están aquí no son compañeros, somos hermanos", sentencia.