Los pueblos de La Atalaya de Santa Brígida y de Arguineguín de Mogán celebraron ayer sendas fiestas, en las que el primero rindió homenaje a sus antepasados alfareros con la XX Traída del Barro, y, el segundo, honró a la patrona de los marineros la Virgen del Carmen con una romería ofrenda, en la que participaron una veintena de carrozas y 18 parrandas y agrupaciones folclóricas.

Unas 500 personas, la mayoría jóvenes vestidos con camisetas blancas diseñadas para la ocasión, partieron a las 16.15 horas desde la plaza de la iglesia hasta el barrio de la Concepción al ritmo de la banda Ajódar de Gáldar. El cortejo llegó a la calle Garrote a las 17.00 horas, donde les esperaba una zona de barro, regada el viernes y ayer con 36.000 litros de agua.

La gran embarrada de La Atalaya se inició a las cinco de la tarde en punto cuando se abrieron dos mangueras y empezó el jaleo bajo los 20.000 litros rociados. En pocos minutos todos los que se introdujeron en el cercado preparado estaban cubiertos de barro hasta las cejas y se divertían de lo lindo con empujones incluidos. Aunque algunos acudieron trajeados, la vestimenta era poca, apenas una camiseta blanca y un pantalón corto, que obviamente quedaron inservibles. También los que fueron a mirar se embarraron porque sus amigos los abrazaron después de tirarse en el barro, aprovechando sus despistes.

"Estoy disfrutando como un niño", expresaba Pepe Martín, del Pagador de Moya, que acudió a la cita por primera vez. Los miembros de la Peña del Barro, Gustavo Rivero, Alexis Santana, Julia Cabrera y Francis Montesdeoca, se mostraron "muy satisfechos" de la participación. "Este año han acudido 200 más que en 2010, pero no queremos que esta fiesta se desborde", dijeron.

Romería-ofrenda

Dos horas más tarde, el pueblo marinero de Arguineguín inició su fiesta patronal con una romería-ofrenda en honor de la Virgen del Carmen, en la que participaron 21 carrozas, amenizada por 18 parrandas y agrupaciones folclóricas. Cerca de 7.000 personas, la mayoría ataviadas con trajes canarios, arrancaron desde la conocida Plaza Negra a las 19.10 horas para avanzar hasta la iglesia, en un ambiente animado por la música y los asaderos. Dos horas después, los colectivos empezaron a ofrecer productos no perecederos y frutas a su patrona, que se repartirán entre Banco de Alimentos, Cáritas y otras ONG para los más desfavorecidos.

Las carrozas, tiradas por los colectivos, portaban diferentes diseños, destacando barcos adaptados, casitas viejas, pozos y campistas. Cincuenta miembros de la Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil y Cruz Roja colaboraron con la Agrupación Folclórica Los Pescadores, organizadora de la ofrenda, según apuntó el concejal Francisco Santana . "La romería ha salido muy bien", destacó Jesús Sabina. El domingo próximo será la procesión marítima.