Los vecinos de Ayagaures se reunieron ayer en su plaza para vivir como un hecho histórico el descubrimiento de un mural de piedra dedicado al pino de Pilancones y la apertura de su primera biblioteca después de tantos años en la sede de la asociación vecinal.

Entre los asistentes se hallaba el matrimonio finlandés formado por Henrik y Renate Appelqvist, quienes sólo viven en Ayagaures 3 ó 4 meses al año, "no sólo por el clima, la vida natural, el silencio y las montañas, sino porque nos encantan el croar de las ranas y el sonido del viento entre las cañas de la presa y del barranco", dijeron.

La iniciativa de contar con un mural identificativo para el pueblo, hecho con piedra terrosa del lugar, y la apertura del pequeño rincón de lectura con casi 2.000 volúmenes a libre disposición de los usuarios partió del propio movimiento vecinal Pilancones, que pidió colaboración al Ayuntamiento a través de la Concejalía de Cultura y al colectivo Ciud-Arte. El proyecto arrancó en octubre, con la organización del primer taller infantil literario impartido por el autor Francisco Ramírez Viu.

También ayer, y como experiencia innovadora a nivel nacional, las narraciones poéticas salidas de aquel taller se inauguraron colocadas en tres paneles permanentes para disfrute de los visitantes. Los propios niños leyeron sus textos y fueron agasajados con regalos.

En el acto también intervino la primera teniente de alcalde y concejala de Cultura, Elena Álamo, para leer una carta del alcalde Marco Aurelio Pérez dirigida a los vecinos. En ella se disculpó por su ausencia y les agradeció que tuvieran "la sana e inteligente iniciativa propia de activar la cultura de este pueblo emblemático, desde el convencimiento de que con esfuerzo y tesón todo es posible".

En la zona se puede disfrutar también de una exposición permanente de casi un millar de fotos antiguas sobre la construcción de las presas y la vida de los lugareños décadas atrás.