Es el pionero. "Sí, el pionero, como decía Juanito el del carnaval". Sigue teniendo ese pasatiempo. "Aquí abajo, en el jardín, hacemos fiestas, cumpleaños? La víspera del Pino siempre la pasamos ahí porque una vecina se llama Pino. El otro día también celebramos el 50o aniversario de la mujer de un guardia. Estuvimos toda la noche con música".

Cada año no falta a la cita de ir caminando a Teror en la época del Pino. "Desde pequeñito voy allá caminando. La primera vez fue cuando mi padre vino de la guerra, en el 39, que ya me llevaron caminando para allí por la caldera de Pino Santo alto. Ahora he seguido yendo con la peña de Las Cañas. Llevamos treinta y pico años yendo cada día del Pino. Con el Ayuntamiento he ido con la banda de música durante diecisiete años, por lo que voy dos veces al año caminando a Teror".

Es también guardián de la imagen de la Virgen del Carmen que está frente a su casa, figura a la que custodia permanentemente. Viene de tradición familiar. "A esta virgen antiguamente, hace 200 años, venía el cura a recibir los entierros que venían de Pino Santo y de por ahí, y se paraban por donde estaba la virgen. Ahí el cura los esperaba. Esa virgen fue de una señora familiar nuestra que hace muchos años se fue a Cuba y se quedó viuda. Se quedó con una hija, Carmita, y le prometió a la Virgen que le haría un altar porque estos terrenos eran de la familia. Y puso la imagen en la orilla de la carretera general, con la promesa de si llegaba bien de Cuba en barco".

Su madre se murió con 95 años y él ha seguido con la tradición de la custodia. "Viene gente de San Mateo y gente que pasa por aquí con promesas a la Virgen y le pone un ramo de flores. Todo el año está con flores. Yo voy al Ayuntamiento para que me rieguen el entorno y me arreglen todo eso".

Es un forofo de la UD Las Palmas. "Tengo la bandera aquí. Cuando gana Las Palmas la pongo tres días, la gente pasa y ya sabe que ganó aunque no haya oído la radio. Soy el socio más viejo porque mi padre me hizo cuando estaba en el colegio Jaime Balmes, con 18 años, en el año 51. Cuando Las Palmas ascendió yo ya iba al fútbol de antes, en la época del Marino y el Victoria. Mi padre era victorista pero los amigos de mi padre eran marinistas y a mí me hicieron marinista".

Cuando estuvo en la Península para hacer el servicio militar le dieron de baja. "Tenía el mil doscientos y pico y cuando vine me pusieron el 6.400. Ahora en el estadio nuevo tengo el asiento desde que se inauguró. Ya bajé del mil. Seguro que con los años que tengo soy de los primeros. Yo fui a aquel partido del Málaga, que ganamos cuatro a uno y ascendimos a Primera".

También es del Atlético de Madrid "porque antes había muchos canarios de Las Palmas: Silva, Mujica, Hernández, hasta Montes, que fue portero de Las Palmas". Fue a las bodas de diamante del Atlético de Madrid "porque coincidieron con la final de Copa entre Las Palmas y el Barcelona en el año 78. Fui con mi padre a ver al Atlético de Madrid también con el Salamanca".

El fútbol lo lleva en la sangre porque también estuvo casi 25 años como directivo del Villa de Santa Brígida. "Tengo el número 4 de socio y mi hermano el 3". No le gustó nada que el mamotreto de Santa Brígida haya ocupado desde hace diez años el solar del antiguo campo de fútbol y los aparcamientos adjuntos. "Es un desastre".

"Cuando estaba Gonzalo Medina yo trabajaba en el Puerto, en la calle La Naval, en Efectos Navales Barber. Estuve hasta en las bodas de plata del Santa Brígida. Ese año murió mi padre y ya dejé un poco la directiva. Me quedé con mi madre y ya no podía atender al club. Había 12 equipos en la cadena: el regional, el filial, dos juveniles (Juan Manuel, el exentrenador de Las Palmas, estuvo aquí con los juveniles) y ocho infantiles. Hoy no hay casi ni cadena porque se perdió el campo de Santa Brígida. Luego nos pusieron pegas cuando nos quisimos unir a La Angostura. Nos cerraron el campo y tuvimos que ir a jugar a San Mateo. La política nos hundió porque nos pusieron los partidos en La Angostura los viernes. Nosotros éramos el equipo más antiguo y nos ponían pegas para entrenar".

Ha sido socio durante muchos años del Real Casino de la Villa de Santa Brígida. "Ahora tengo problemas con ellos. Después de cincuenta años he dejado de pagar porque no me han dado la insignia de oro que me correspondía. Estuve más de cuarenta años de directivo y ahora ha entrado un equipo contrario a nosotros, nos pusieron pegas, puse unas flores, no me las quisieron devolver, se pusieron en contra mía y luego se agarraron a historias largas de contar y me expulsaron dos años".

"Antonio Díaz, el que fue alcalde, se metió para la política después y como no salió nombró una junta directiva, entre la que está la que lleva la cantina, y como yo no me echaba las copas allí, la nombró directiva. Me bajó la televisión sin permiso, tuvimos un problema y entonces me acusaron de haber hecho cosas, aunque fue al revés. Los que más criticaban a Antonio Díaz, del Partido Socialista, fueron después los que lo apoyaron. Ahora se marchó Antonio Díaz y los que están de directivos no han sido nombrados por ninguna junta general, sino los que él puso a dedo. Cosas de pueblo largas de contar".

En su domicilio cuelga un reloj de pared inglés de 1875 del que se siente muy orgulloso. En su huerta tiene gallinas y gallos. "A este lo tengo suelto porque se pelea con el de dentro. Ya uno se subía al palo. Las gallinas ponen huevos ecológicos. Los amigos vienen de noche y cuando ven las luces y las palmeras me dicen que esto parece Palmitos Park".