El Cabildo de Gran Canaria ha prorrogado un mes el plazo para la resolución del expediente del hotel Oasis Maspalomas y ha encargado un informe externo al arquitecto José Miguel Márquez, lo que paraliza hasta el 1 de mayo, como mínimo, el proyecto de derribo de ese establecimiento turístico por parte de la cadena hotelera Riu. El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Larry Álvarez, firmó ayer la prórroga para dar tiempo a los técnicos de su departamento a completar los informes sobre los valores arquitectónicos del edificio, que son los que darán la respuesta definitiva a la solicitud del grupo Lopesan para que el hotel Oasis sea declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).

El Cabildo tendrá otros treinta días para resolver este polémico expediente, explicó el presidente José Miguel Bravo de Laguna, quien consideró que el aplazamiento no supone un perjuicio para Riu porque solo retrasaría en tres semanas la hipotética demolición del inmueble, que la empresa pretendía iniciar el 7 de abril.

En todo caso, esta es la última prórroga posible, por lo que en la primera semana de mayo habrá un pronunciamiento en firme sobre la solicitud de Bien de Interés Cultura. Si se incoa ese expediente BIC, la demolición sería paralizada de forma automática. En caso contrario, la cadena Riu podría proceder a la demolición del hotel, pues el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ya tiene tramitadas las licencias de derribo y construcción de un nuevo establecimiento.

Al respecto, Bravo de Laguna señaló que también se ha dirigido un escrito al Consistorio sureño para que retenga esas licencias hasta que se pronuncie el Cabildo, pues podría darse la paradoja de que la declaración de BIC llegue cuando el edificio ya esté reducido a escombros. El presidente resaltó que "esos treinta días son imprescindibles" para acabar los informes técnicos que se han pedido, entre ellos un dictamen externo que completará los dos informes de los arquitectos del área de Cultura del Cabildo.

Nuevo experto

Ese dictamen se ha encargado al arquitecto grancanario José Miguel Márquez, conservador del Parlamento de Canarias y que trabaja habitualmente en Tenerife. "Tiene una gran solvencia profesional", añadió Bravo de Laguna, quien subrayó que "es un tema polémico, con división de opiniones, por lo que se necesita tomar una decisión que sea lo más fundada posible".

"Creemos que con treinta días tenemos un plazo suficiente para tomar esa decisión y hemos dirigido un escrito al Ayuntamiento de San Bartolomé para ver si se suma al nuevo plazo para la autorización del derribo; entendemos que no se produce un daño irreparable a los inversores privados porque ellos tenían previsto comenzar la hipotética demolición el día 7 de abril", comentó el presidente insular.

Preguntado sobre si el grupo de gobierno del PP en el Cabildo tiene alguna opinión respecto a las dos alternativas, el derribo o la declaración de BIC, Bravo de Laguna aseguró que se van a respetar lo que digan los expertos. "No sabemos en qué sentido se van a pronunciar, somos absolutamente escrupulosos con la independencia de los técnicos; le encargamos los informes, pero no los condicionamos", puntualizó.

La prórroga del Cabildo supone un punto y seguido en el enfrentamiento que mantienen los grupos turísticos Riu y Lopesan sobre la parcela del hotel y el palmeral del Oasis de Maspalomas. El aplazamiento también complica la respuesta del Ayuntamiento, pues ahora tiene que analizar los nuevos documentos. Mientras Riu pide el derribo con el argumento de que el hotel está obsoleto y no puede competir en el mercado turístico, Lopesan y algunos colectivos entienden que se trata de un patrimonio histórico y cultural que se debe proteger.