Más población, pero a menor ritmo. La evolución del censo oficial de habitantes en Gran Canaria ha experimentado un significativo cambio en la inercia como consecuencia de la crisis económica. El número de nacimientos ha descendido de forma considerable (5.775 natalicios en el Hospital Materno Infantil en 2012 frente a los 6.018 de 2011 o los 6.254 de 2010) y el retorno de inmigrantes a sus países de origen (sudamericanos y africanos, principalmente) se ha acentuado, y ello ha tenido su traslación a los padrones municipales: la isla tenía el 1 de enero de 2012 una población de derecho superior en apenas 1.834 personas a las que se contabilizan justo un año antes. El aumento casi puede considerarse testimonial, ya que apenas unos años antes estas subidas rondaban las 8.000 altas, y en el caso del periodo 2010-2011 fue de 4.715 unidades. Dicho de otra manera, el último recuento del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su web desvela que el incremento de población ha sido tres veces inferior al producido en 2010.

Con todo, lo cierto es que Gran Canaria sale hasta bien parada del receso devenido de la pérdida de puestos de trabajo y, por extensión, de las reticencias cada vez mayores de las parejas a aumentar su descendencia yd e la población foránea a seguir permaneciendo en una tierra que concede pocas oportunidades laborales. La isla redonda y Fuerteventura son las únicas que han conseguido aumentar su número de habitantes empadronados (ver gráfico anexo).

En el resto se han alternado los descensos escabrosos (Tenerife cerró el ejercicio con 9.875 vecinos menos y La Palma perdió otros 1.695) con otros más llevaderos (casos de Lanzarote y El Hierro, con 385 y 38 altas menos).

Volviendo a Gran Canaria, la dicotomía norte-sur sigue acentuándose. En los 1.560 kilómetros cuadrados que tiene la isla se contabilizaban, hace ahora un año y tres meses, 852.225 residentes. Alrededor de 700.000 de estos se concentran en la franja costera que va desde Las Palmas de Gran Canaria (382.296 vecinos, 1.047 menos que el 1 de enero de 2011) a Mogán (24.225, con una significativa alza de 749 expedientes y más de la mitad de su población empadronada nacida en otros países). En todo este corredor, excepción hecha de la capital -que permanece entre las diez ciudades más pobladas de España- y Telde -con una merma de 75 vecinos- los incrementos siguen siendo la tónica dominante. No son tan espectaculares como antes, pero ayudan a consolidar al sur y al sureste como la zona de pujanza que mejor está sobrellevando la mala situación. Especialmente llamativo resulta el panorama que se presenta en Santa Lucía de Tirajana, San Bartolomé de Tirajana y Mogán, donde los aumentos persisten. El alcalde de esta última localidad, Francisco González, argumentaba este miércoles que sus datos se deben a que "mucha población peninsular que llevaba años viviendo en nuestro municipio se ha animado a empadronarse". Y eso independientemente de que se mantenga la tendencia de seguir recibiendo europeos que optan por fijar allí su residencia tras jubilación (el ejemplo más claro son los más de 3.000 noruegos afincados en este rincón de la isla).

En San Bartolomé se experimenta un fenómeno similar, aunque los datos que el miércoles ofreció su alcalde Marco Aurelio Pérez en pleno -58.119 habitantes a 1 de enero de 2012- no concuerdan con los del INE (55.954 para el mismo día). Pérez fue más allá y ya ha anunciado un censo más fresco aún si cabe: 58.818 almas sin contar a los turistas que pueblan los hoteles y apartamentos de su costa. Con unos y otros datos sobre la mesa, en el municipio se habrían registrado en 2011 y 2012 sendos incrementos de 1.341 y 699 vecinos. Pero pese a ello, el tercer puesto que ocupa Santa Lucía de Tirajana con sus 67.291 habitantes no peligra. Su población también crece a razón de 1.161 empadronamientos, aunque este dato sea mucho más modesto que las 2.312 inscripciones de 2008. Y es que el fenómeno de retorno de los emigrantes sí tiene aquí más peso.

En cuanto a los descensos, estos se producen en 12 de los 21 municipios. La totalidad del centro y el norte de Gran Canaria, a excepción de Firgas (+8) y Valsequillo (+67) sufre un retroceso en sus números. El bajón más llamativo en 2011 se dio en la localidad de Guía (-236), seguida por Teror (-102), Tejeda (-82), Arucas (-75), Santa Brígida (-66) y Valleseco (-60). También hay variaciones casi anecdóticas, como los 9 habitantes que ha perdido Agaete o los 19 dados de baja en Artenara.La zona de medianías de la cornisa norte se despuebla tanto por las defunciones -que ganan terreno a los natalicios- como por la emigración interna hacia el otro lado de la isla.

Es difícil que se cumpla la previsión que en 2008 hizo el Instituto Canario de Estadística para Gran Canaria. El organismo regional estableció en aquel entonces incrementos de 10.000 habitantes anuales para el trienio 2008-2011, pero la crisis ha dado el traste con esta planificación. Por todo ello, el que Gran Canaria supere el millón de habitantes en 2025 o sobrepase a Tenerife (898.680) un poco antes serán cuestiones imposibles de contemplar antes de esa fecha.