San Bartolomé de Tirajana

La planta invasora pata de camello coloniza un 36% de las dunas de Maspalomas

Un estudio elaborado por el geógrafo Emilio Medina detecta la expansión de esta especie inducida por el humano y analiza la reciente llegada del mato azul.

La especie invasora pata de camello se expande por las dunas de Maspalomas; en la imagen, la zona ensombrecida.

La especie invasora pata de camello se expande por las dunas de Maspalomas; en la imagen, la zona ensombrecida. / E.M.

La Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana, está empezando a verse seriamente amenazada por la expansión de la Neurada Procumbens, conocida como pata de camello, una especie invasora que ya coloniza el 35,7% de las 404 hectáreas de la reserva, según revela un estudio elaborado por geógrafos de la ULPGC para el Cabildo de Gran Canaria, y que supone la especie introducida más importante a tener en cuenta en los planes de erradicación. Y es que allí donde llega ya no crece otra vegetación, lo que provoca una importante afección a la biodiversidad autóctona y los endemismos de la zona.

El problema está, además, en que se encuentra sobre todo en las áreas de exclusión, aquellas solo accesibles por motivos de conservación o fines científicos. Pero, ¿y cómo se ha extendido? Principalmente, estiman los investigadores, por la huella humana a través del trasiego de personas, que la expanden enganchadas en las suelas de su calzado. Precisamente esta semana el Cabildo anunció que en mayo arranca una campaña informativa para concienciar a turistas y residentes de la necesidad de proteger las dunas.

Detalle de la pata de camello en las dunas de Maspalomas.

Detalle de la pata de camello en las dunas de Maspalomas. / E.M.

El estudio, titulado Estudio corológico de los taxones Maireana brevifolia y Neurada procumbens en la ZEC Dunas de Maspalomas aplicado a la gestión y control de especies exóticas invasoras, ha sido elaborado por el geógrafo y doctorando Emilio Medina, en colaboración de la directora de la reserva de las dunas, Marta Martínez, y el doctor en Geografía por la ULPGC Antonio Hernández Cordero, quienes además de la pata de camello han cartografiado por primera vez la distribución, según niveles de abundancia, de otra especie invasora, la Maireana brevifolia, conocida como mato azul, que ocupa ya casi un 9,6% de la reserva natural.

Metodología

Estas dos especies invasoras no son las únicas presentes en las dunas de Maspalomas, pero este estudio se ha centrado en estos dos grupos por tratarse, la pata de camello, de la especie con mayor potencial invasor, y el mato azul por su reciente detección, publicada en un artículo del investigador Carlos Suárez en 2012.

En 2012 se detectó el mato azul y ahora se ha realizado la primera cartografía de su distribución

El estudio se realizó utilizando una cartografía corológica; se dividió la reserva en 419 cuadrículas de 100x100 metros, se hizo un trabajo de campo durante un mes y los datos se analizaron en un Sistema de Información Geográfica, lo que permitió analizar la evolución de la pata de camello desde el último estudio realizado en 2007, hace 17 años. El objetivo es tener un censo actualizado a efectos de intervenir en la conversación de la reserva.

La pata de camello afecta sobre todo, explica el investigador, a la zona delimitada por la Charca de Maspalomas, el espacio adyacente al campo de golf y el mirador de las dunas, y además se han encontrado individuos dispersos en la zona del Anexo II y las proximidades del hotel Santa Mónica. En estas dos últimas áreas el Cabildo ya ha intervenido para erradicar los individuos aislados y evitar nuevos focos de dispersión.

Se estima que esta especie, original de toda la franja subtropical que va desde la India hasta el Sáhara, llegó entre los años 50-60 adherida a la pata de los camellos -de ahí su nombre- que se trajeron a la isla para trabajar en el sector tomatero. «La planta está fuertemente adaptada a medios áridos y genera unos frutos espinosos que contienen abundantes semillas cuya germinación se estimula cuando la planta está en un lugar donde la arena es estable», señala Medina. ¿Cuál es el problema? Que en un sistema dunar dinámico y en movimiento como el de Maspalomas hay otro factor que contribuye a que la planta ‘agarre’ con fuerza: el déficit sedimentario, es decir, la disminución de la llegada de arena en la parte oeste del sistema provocada por la interferencia de edificaciones que han invadido el sistema. Al no llegar suficiente arena, la que está es muy estable y la pata de camello encuentra sus condiciones perfectas. «Sin embargo, donde las arenas son muy móviles la planta no prospera», añade el geógrafo.

El geógrafo Emilio Medina.

El geógrafo Emilio Medina. / José Carlos Guerra

Si bien la zona de mayor presencia es en los alrededores del safari de camellos, cuya actividad ha contribuido a expandir la planta, la dispersión desde las poblaciones principales a otros focos, relata Medina, solo se puede explicar por antropocoria, es decir, que el ser humano ayuda a su distribución a través de las suelas del calzado cuando camina por las dunas. Y ojo, porque la planta se encuentra, sobre todo, en las zonas de exclusión. «Se está accediendo de manera irregular, hay trasiego de gente que luego expande la planta».

Ambas plantas están en zonas de especial protección, por lo que afecta a sus valores naturales

El principal problema de esta especie es que compite con plantas como la juncia marina (cyperus capitatus), los corazoncillos del género Lotus y el tomillo marino (Frankenia capitata), especies de gran importancia biológica para la reserva natural. Allá donde crece la pata de camello no crecen las demás, reduciendo la biodiversidad. Además se ha detectado por primera vez que ha llegado individuos aislados a las playas de Maspalomas y El Inglés, por lo que se estima que se desplacen también fijadas a las ruedas de los todoterrenos de los equipos de salvamento y consigan estabilizase porque la arena queda apelmazada.

Mato azul

Por otro lado está la Maireana brevifolia -el mato azul- cuya distribución según niveles de abundancia, se ha cartografiado ahora por primera vez y ocupa un 9,6% de la reserva. De origen australiano, se baraja que llegó como planta forrajera o como ajardinamiento de las zonas turísticas. Se detectó en Canarias en 2012 y posiblemente llegó al sistema de dunas con la ayuda del viento, ya que se encuentra en todos los viales urbanos de Playa del Inglés. Es una planta con predilección por espacios degradados y, en la reserva, se encuentra en la zona del safari, donde antaño había una carretera, aunque luego el espacio se renaturalizó pero la zona ha quedado muy removida.

En este escenario, la solución, indica el investigador, es actuar cuanto antes para erradicar ambas especies invasoras ya que las dos están en zona de exclusión y eso es «grave» porque esas áreas tienen los valores naturales de mayor protección. Además, también están en hábitats de interés comunitario como las tarajaleras y algunas zonas de balancones, aunque en estos últimos todavía no hay una gran afección pero que son importantes para la generación de las dunas.

Medio Ambiente busca soluciones basadas en la naturaleza para mejorar el ecosistema de las dunas

La investigación también ha constatado que en las áreas a sotavento de los tarajales la pata de camello no prospera, lo que podría ser «una buena señal para buscar medidas de reforestación con la vegetación natural que debería haber en las dunas; es una solución basada en la naturaleza», destaca Medina.

Además, en el caso del mato azul, avisa de que no sirve de nada erradicarlo del interior de la reserva si la actuación no va acompañada de medidas de acondicionamiento urbano, pues el viento seguirá arrastrando sus semillas hasta las dunas. Por eso, el geógrafo pide una mayor gestión por parte del Cabildo, del Ayuntamiento y hasta de la industria turística para que ayude a la conservación del espacio.