San Bartolomé de Tirajana

Conflicto en un complejo de apartamentos de Playa del Inglés por la tala de cuatro palmeras y dos araucarias

Los propietarios se oponen a que la empresa que explota el edificio elimine los ejemplares.

La compañía explica que ha querido trasplantar los árboles pero lo tiene prohibido al ser especies invasoras.

Imagen de la obra en el Jardín del Atlántico cedida por propietarios.

Imagen de la obra en el Jardín del Atlántico cedida por propietarios. / LP/DLP

La tala de cuatro palmeras datileras y dos araucarias ha generado un conflicto entre los dueños de apartamentos y la empresa turística que explota el complejo Jardín del Atlántico de Playa del Inglés, a quienes los pequeños propietarios acusan de cometer «una masacre» y un «desastre ecológico» con la eliminación de estos ejemplares. El establecimiento tiene 334 apartamentos, 200 de ellos en explotación turística y 134 en propiedad y fuera de actividad.

La empresa Ura Hotels and Resorts está llevando a cabo unas obras para modernizar el complejo que afectan a la piscina y parte del solarium y para poner la sala de máquinas de la nueva piscina se necesita, según el proyecto, el espacio donde ahora hay cuatro palmeras datileras y dos araucarias, tal y como explica la administradora, Maialen Artetxe.

Los propietarios acusan a la empresa gestora de talar esos árboles sin permiso y de cometer «una ilegalidad» por la que irán al Gobierno de Canarias y a la Fiscalía a interponer una denuncia, señala Juan Ramón Reyes, presidente de la Asociación para la Buena Gestión del Jardín del Atlántico. «Se han cargado la flora de Jardín del Atlántico para poner más cemento y hacer negocio», señala Reyes, «ya lo hicieron hace años, que quitaron zonas verdes para poner una terraza». «Ahora quitan palmeras y pinos de más de 50 años donde había pájaros que no veíamos en otras zonas y todo para ampliar el bar-piscina, que es donde hacen negocio», añade.

Consultada por esta situación, la compañía asegura que dispone de licencia municipal para realizar las obras y que, además, había pedido al Ayuntamiento la autorización para la tala de las palmeras y las araucarias pero que tras pasar 15 días sin respuesta se ha acogido al silencio administrativo y ha procedido a la eliminación de los ejemplares. Sostiene Artetxe que también pidieron autorización al Cabildo para trasplantar esos ejemplares en otra zona de la parcela. «Pero son especies invasoras y no nos dejan trasplantarlas, ni dentro ni fuera de la parcela», añade, «como contraprestación, vamos a adecentar el jardín que rodea la piscina con nuevas palmeras y otros árboles». Sí se han trasplantado dos mimosas. El problema radica, a su juicio, en que «hay personas que pertenecen a la Plataforma de Afectados por la Ley Turística y no quieren que se renueve el complejo porque cada vez es más hotelero y ellos no quieren; solo quieren parar la obra».

Para la empresaria, los propietarios solo quieren «boicotear» la obra la modernización del establecimiento, que considera «necesaria porque además se van a cambiar los suelos de los pasillos y mejorar el solarium, solo queremos renovar el complejo para tener un turismo de más calidad». Invierten dos millones de euros. Los propietarios, por su parte, afirman que seguirán movilizándose.