Valleseco, capital canaria de la sidra

El municipio se reafirma como pionero en el cultivo de la manzana y pide la sede del centro de referencia de la Comunidad Autónoma

Fiesta de la Sidra, en Valleseco

Andrés Cruz

Sidra y huevos duros. Esos dos productos se han convertido en un símbolo de Valleseco y este domingo fueron los protagonistas en la víspera de la festividad de San Vicente Ferrer, en la que también hubo música, juegos infantiles y animación en las calles a la espera, este lunes, del día grande del patrono, con los actos religiosos, la feria de ganado, más música y humor. 

El municipio de Valleseco es desde hace 15 años la punta de lanza en Canarias en el cultivo de la manzana reineta para la elaboración de sidra y aspira a consolidar ese liderazgo con la ubicación en el pueblo del centro de referencia e investigación de todos los productores del Archipiélago. 

Por lo pronto, este fin de semana acogió la segunda feria regional, con reuniones de todos los implicados del sector, y celebró el Primer Concurso Oficial de Sidra Agrocanarias, organizado por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) del Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento, en el que participaron 23 sidras, 13 procedentes de las siete sidrerías de Valleseco, seis de tres empresas de Tenerife, tres de una única sidrería de La Palma y una de un productor de El Hierro.

El Concurso Oficial se desarrolló con una cata ciega con un jurado experto de ocho miembros, algunos llegados de Asturias y el País Vasco, y en paralelo se celebró otra cata popular en la que las diferentes sidras fueron evaluadas por los vecinos y algunos representantes institucionales, entre ellos el consejero de Sector Primario del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo, el alcalde de Valleseco, José Luis Rodríguez, y el director del ICCA, Luis Arráez. 

Tres categorías

En el concurso oficial, cuyo resultado se dará a conocer en las próximas semanas por el consejero regional de Agricultura, Narvay  Quintero, se valoraron tres categorías, con diez muestras de las sidras naturales, siete de las gasificadas y seis de las espumosas. Optan a la Gran Medalla de Oro, la de Oro, la de Plata y las distinciones especiales de Mejor sidra de Canarias 2024, Mejor sidra ecológica de Canarias 2024, y Mejor Imagen y Presentación 2024.

Luis Arráez resaltó que al igual que el ICCA apoya a otros sectores con concursos de quesos, vinos, gofios, aceites o sales, ha impulsado este certamen porque en Canarias hay sidras «de muy buena calidad», que incluso ha obtenido premios en muestras nacionales e internacionales. 

«En cantidad -apuntó Arráez- no podemos competir con otras regiones, porque solo producimos una media de 75.000 litros anuales, de ellos unos 50.000 litros en Valleseco, pero es importante dar visibilidad al producto para que los ciudadanos y los turistas que nos visitan sepan que en Canarias también se produce sidra y que tenemos unas zonas donde se cultivan manzanas de gran calidad, como las medianías de Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro». 

De ello se habló en las reuniones de productores del fin de semana, donde los invitados de Asturias y el País Vasco analizaron la situación actual de la sidra y su cultivo, las perspectivas de futuro, además de dar una charla para el correcto etiquetado. 

Valleseco, declaró el director del ICCA, lleva la delantera en la producción de sidra, pero visto que este cultivo «tiene futuro», el Gobierno de Canarias va a ayudar a los que empiezan en otros lugares para que no sea un solo municipio el que lleve el peso de esa promoción y comercialización.

El apoyo al cultivo de la manzana, según Arráez, es también una medida para frenar la despoblación de las localidades rurales. «En la sidra hay futuro; no podemos pensar en grandes cantidades, pero sí competir en singularidad porque los suelos volcánicos y el clima le confieren una singularidad y una diferenciación muy especial, al igual que ocurre con los vinos canarios».  

Pasos firmes

José Antonio Norniella, director técnico de la cata, dijo que la mejoría de las sidras canarias «se aprecia año a año» y coincidió en que la producción tiene porvenir en los mercados. «Son diferentes a las de Asturias, de donde vengo yo, por la materia prima, pues allí utilizamos muchas variedades de manzanas y aquí solo cultivan la reineta, lo que le da una tipicidad característica tanto en aroma como en sabor», relató el experto jurado, quien recalcó que observa «mucha ilusión para mejorar y crecer en la producción dando pasos firmes y tranquilos».  

De los siete productores de Valleseco, tres de ellos no solo se presentaron al concurso, sino que montaron un puesto en la feria para ofrecer degustaciones de sus marcas y vender algunas botellas al público interesado.  

Reparto de huevos duros en la plaza de Valleseco

Reparto de huevos duros en la plaza de Valleseco / Andrés Cruz

El lagar de Tuscany fue el más concurrido, pues sus propietarios  instalaron grandes barriles y escanciaron dos de las tres sidras que producen, la natural y la gasificada. En las colas que se formaron para degustar sus bebidas, la pregunta más repetida era sobre el origen de la marca comercial. Sí, tiene relación con Falcon Crest, según explicó Vicente Marrero, uno de sus propietarios. 

«El nombre es un tributo de la juventud rural, porque cuando los estudiantes de Valleseco salíamos a Teror o Arucas nos decían de forma cariñosa, no despectiva, que éramos del Valle de Tuscany; de ahí salió el nombre», comentó Marrero, quien detalló que tienen la bodega en una antigua vivienda  del barrio de Lanzarote y los manzaneros en fincas situadas entre el pueblo de Valleseco y la localidad de Valsendero.  

Tuscany produce unos 3.000 litros al año, pero aspira a aumentar esa cantidad en los próximos años  porque «las perspectivas son buenas». Se presentó al concurso de cata ciega con la sidra natural y gasifica extra. También la espumosa, pero se agotó en Navidad. «Nos las quitaron de la mano», indicó.

Los productores piden incluir la sidra en la norma del vino para los bochinches y guachinches

Ángel Domínguez, del Lagar de Valleseco, fue el pionero en la elaboración de sidra en Gran Canaria y en su puesto de venta en la feria mostró orgulloso las medallas y reconocimientos que han obtenido sus caldos en la última década.  

En sus dos hectáreas de terrenos de La Laguna tiene manzanas para producir unos 5.000 litros anuales, aunque en 2023 fueron 7.000 litros. «El rendimiento en presa es del 53%, porque llovió un poco más y la fruta estaba menos seca, pero cada año es distinto porque depende de la floración, de si hay o no abejas en la zona, o de que los vientos fuertes no dañen las flores», precisó. 

También opina que la sidra canaria tiene futuro, aunque él se lanzó a la aventura sin tenerlo muy claro. «Cuando yo empecé me decían que si estaba loco, hacer sidra en Canarias, pero un amigo me enredó y empezamos», afirma divertido. Ahora ya son siete productores y cuatro embotellan y venden con marca comercial, uno de ellos el propio Ayuntamiento de Valleseco, que hace 15 años inició el proyecto y ahora ve sus resultados. 

El alcalde, José Luis Rodríguez, expresó su satisfacción al ver lleno el nuevo recinto ferial y comprobar el interés de los visitantes. Los próximos pasos ya están pensados. Crear el centro de referencia en Valleseco, para lo que ya existe un inmueble y el compromiso del Cabildo de financiar el proyecto y las obras, y modificar el decreto del Gobierno autonómico sobre los bochinches de Gran canaria y los guachinches de Tenerife para que, como ocurre con la venta de vinos, se permita abrir también los de sidras. Ángel Domínguez, el pionero, aplaude la idea, pero la ve a más a largo plazo. A su juicio, lo inmediato deben ser las visitas guiadas a los lagares, algo que ya se hace tímidamente en Valleseco. 

José María Déniz, de sidras Fierro, también se apunta y ya dispone de lagar en Madrelagua, donde tiene fincas que le generan 1.500 litros de sidra al año. 

Miguel Hidalgo recalcó que el nombre de Valleseco ya está vinculado a la sidra a nivel nacional y anunció que el Cabildo va a seguir respaldando al Ayuntamiento, en coincidencia con la solicitud del alcalde, para que el cultivo de la manzana y sus derivados sean uno de los motores de la economía del municipio para evitar el despoblamiento.